El ayuntamiento concedió el uso de la torre de los Púlpitos a la familia Mayoralgo el 6 de octubre de 1764. La Comisión Municipal de Gobierno decidió ayer iniciar el proceso para anular ese acuerdo de cesión y recuperar el uso de la torre, una de las más emblemáticas de la muralla. La decisión de la comisión "nos disgusta y sorprende", afirmó José Miguel de Mayoralgo, historiador y abogado, quien recordó que en dos ocasiones se intentó donar la torre de los Púlpitos a la ciudad, ofreciéndosela al ayuntamiento, "pero las dos veces no nos respondieron".

El ayuntamiento y la familia Mayoralgo se consideran propietarios de un mismo bien: la torre. El portavoz del gobierno local, Andrés Nevado, aseguró que "la propiedad y el uso deben estar en las mismas manos, que en este caso es la ciudad de Cáceres". Nevado recordó que el palacio de Mayoralgo "ya no es de esta familia" y que la cesión de uso se concedió para que se accediese desde el palacio a la muralla.

José Miguel de Mayoralgo aseguró que su familia siempre ha estado abierta a un acuerdo con el ayuntamiento, por lo que indicó que le ha sorprendido y "dolido" que antes de la Comisión Municipal de Gobierno no se haya contactado con ellos. "No estamos cerrados a un acuerdo, pero sí se inicia un proceso judicial, nos defenderemos", agregó.

VENTA AL CATASTRO El palacio de Mayoralgo fue de esta familia hasta 1992, cuando se vendió al Estado para el Catastro, después fue adquirido por Caja Extremadura, actual propietaria. Mayoralgo detalló que cuando en el año 1992 se vendió el edificio "se segregó la torre, el arco --que une el palacio con la torre y la muralla-- y parte de la muralla adyacente". Esa división se realizó porque "pretendíamos donar esos bienes a la ciudad".

El historiador comentó que se ofreció la donación a dos alcaldes. La primera vez fue en 1992, con Carlos Sánchez Polo en la alcaldía. Y la segunda en 1999, con José María Saponi. En ambas ocasiones no hubo respuesta. "Nos sorprendió", subrayó Mayoralgo.

PLAN DE EXCELENCIA Los siguientes contactos se producen hace dos años cuando la oficina del Plan de Excelencia Turística y la familia Mayoralgo intentan llegar a un acuerdo para abrir la muralla y la torre al tránsito de turistas, dando continuidad al tramo que une Bujaco y el arco de la Estrella. Esa negociación concluyó el pasado verano cuando desde la oficina se comunica que ambos bienes son del ayuntamiento, señaló ayer Mayoralgo. El paso siguiente es el acuerdo adoptado por la comisión.

Mayoralgo indicó que en la cesión de 1764 se concedió "en gracia y merced" el uso de la torre, con una única salvedad: la torre volvería al ayuntamiento en caso de guerra. El historiador puntualizó que los concepto jurídicos del siglo XVIII son diferentes a los del siglo XXI, pero recordó que previo a la cesión hubo unos trabajos equivalentes "a un acto de desafectación" de un bien público, y añadió que hace treinta años el ayuntamiento reconoció que no era de su propiedad.

Nevado aseguró ayer que "no hay un litigio", sino el inicio de un proceso para recuperar el uso de la torre y de la muralla adyacente "que tiene la familia" para que "puedan ser visitables".