Andrés Nevado, portavoz del gobierno local, reiteró ayer que el ayuntamiento cacereño "apoya y apoyará" la demanda de doce alcaldes del este de la provincia que han reclamado el desdoblamiento completo de la carretera de Cáceres a Malpartida. Nevado reiteró el respaldo ya dado por el alcalde, y fue más allá en la demanda de los ediles al recordar que la corporación municipal cacereña en pleno aprobó en septiembre del 2003 una proposición en la que se solicitaba el desdoblamiento de todas las carreteras de acceso a la ciudad, reivindicación que ayer repitió.

Nevado comentó que es una petición dirigida a todas las instituciones, ya que Cáceres tiene accesos por carreteras provinciales, autonómicas y estatales. La primera que citó fue la carretera de Casar, de la diputación, y que se desdoblase hasta su conexión con la A-66. Luego se refirió a la de Torrejón, de la Junta, hasta el límite del suelo urbano. Continuó por la de Medellín, también competencia de la Junta, de la que indicó que es una de las vías de acceso a la ciudad "con intensidad media de tráfico mayor" y que debería desdoblarse hasta los límites del suelo urbano.

También aludió a la carretera de Badajoz, de la que recordó que hay otro acuerdo del pleno de la corporación local para su transformación en autovía, a la de Malpartida y al acceso sur por la actual carretera de Mérida, que es estatal, hasta la A-66, lo mismo que ya está la conexión por la carretera de Salamanca, en la N-630, hasta dicha autovía. Sobre el acceso que queda, la carretera de Trujillo, el portavoz confió en que se cumpliesen los plazos para que sea autovía.

"En ese pleno ya se habló del acceso por la carretera de Malpartida y de los restantes", recordó Nevado. El acuerdo que el pleno adoptó en septiembre del año 2003 partió de una propuesta del grupo municipal socialista para que se desdoblase la actual N-630 hasta su conexión sur con la A-66 (autovía de la plata).