Los ayuntamientos podrán subir los impuestos gracias a la reforma de la ley de Haciendas Locales que entró en vigor el pasado 1 de enero. La normativa de rango nacional permite a los consistorios modificar al alza el IBI para los bienes urbanos de características especiales.

A diferencia de la ley anterior, el tipo de gravamen de este impuesto podrá ser más moderado para los de condiciones generales, aunque supondrá un incremento de los tributos como afirmaron ayer varios alcaldes. En este sentido, Ana María Frade, gerente del Servicio Provincial de Recaudación y Gestión Tributaria, explica que la ley "supondrá una valoración de los bienes más acorde a sus características, y que antes se hacía de forma general".

La reforma en la aplicación de los tributos municipales fue abordada ayer por un centenar de alcaldes, concejales, secretarios e interventores del sur de la provincia, en unas jornadas organizadas por la diputación en el Complejo Cultural San Francisco.

NUEVAS ORDENANZAS

En otras cuestiones, la ley de haciendas locales obligará a los ayuntamientos a tener aprobadas antes del 1 de abril de este año nuevas ordenanzas fiscales y a recibir por adelantado el importe del IAE por parte de la diputación, cifrado en 4,8 millones de euros (800 millones de pesetas).

El presidente de la institución provincial, Antonio Caperote, anunció ayer esta medida "para que los ayuntamientos puedan afrontar se gestión diaria sin problemas", informa Europa Press. El coste financiero de este adelanto ascenderá a más de 6.000 euros (1 millón de pesetas). La decisión del Gobierno de suprimir este impuesto y compensar a los ayuntamientos a final de este año, vía presupuestos generales del Estado, despierta recelos. Según Miguel Angel Morales, vicepresidente de la diputación, "los consistorios perderán capacidad de autonomía, a expensas de la compensación del gobierno".