El mercado franco ofrecía ayer algunos huecos vacíos entre puesto y puesto. El exhaustivo control al que sometió ayer la policía local a los vendedores, que tuvieron que mostrar la autorización municipal para entrar en el recinto, evitó la instalación de puestos ilegales, según informó el concejal de Seguridad Ciudadana, Santos Parra. El ayuntamiento había detectado en los últimos meses el realquiler de algunos puestos de venta por 50 euros.

La policía también trató de hacer cumplir el horario de instalación de los puestos, para lo que se estableció un dispositivo de vigilancia nocturna. Aunque la entrada está fijada a las 7.00, el horario se adelantó a las 6.15 para facilitar la circulación en la zona y el montaje de puestos.

Guillermo Pacheco, uno de los vendedores de fruta, manifestaba ayer que comprendía las quejas de los vecinos por el ruido de la instalación y que pidieran el respeto del horario, sin embargo explicó que montar su puesto de fruta cuesta entre 45 minutos y una hora y el aparcamiento de los camiones en la calzada, mientras se descarga, retrasa mucho el proceso. Por eso, consideró que el horario debería adelantarse a las 6.00.