El alzhéimer le borra a veces su nombre de la memoria, otras la fuerza del cariño que transmite con los besos, pero no vence las letras de las coplas que salen de su voz. Germana Collado tiene 88 años, los dedos largos y delgados y la mirada iluminada cuando canta "te quiero más que mis ojos" recordando a Juanita Reina.

Ella fue ayer una de las usuarias de la residencia de mayores Cervantes que más disfrutó del taller de musicoterapia impartido por la tonadillera cacereña Pilar Boyero y el músico Aurelio Gallardo, una de las actividades incluidas en la primera semana de la copla. "Forma parte de su memoria sentimental. Les devuelve a su infancia y adolescencia", explicaba la cantante tras haber repasado el cancionero popular, del Ay pena, penita pena al Porompompero , al que puso música el maestro Juan Solano, el gran homenajeado de la semana.

Durante más de una hora, Boyero consiguió que medio centenar de espectadores que superaban los 70 años cantaran como lo hacían en sus casas. "Me iba con mis amigas a Cánovas y cantábamos coplas en el camino", recordaba Rosa Pérez que, con 81 años, aún guarda en la memoria la imagen de la librería que la familia Solano regentó en la plaza Mayor, de la que ella fue vecina.

Voces conocidas

"¿Cuál nos sabemos de Juanita Reina?", preguntaba Boyero. "¿Con quién se casó?", repetía. "Con Federico el Caracolillo, un bailarín de su compañía", respondía la tonadillera para invitar al auditorio a recordar un clásico muy vivo: Francisco Alegre , escrito por Quintero, León y Quiroga.

Mientras sonaba, Germana Collado movía las manos y tomaba la delantera a su profesora. La veteranía tiene sus ventajas. A su lado, Antonia Casares, con ojos de emoción, también disfrutaba del momento. La débil memoria dejaba paso a la banda sonora de sus vidas, la que siempre irá con ellas.