Hablar de Luis Rosado es hablar de una de las figuras más representativas del mundo del grabado en el ámbito cacereño. Siempre creativo, este artista nacido en la ciudad (4-10-1956) acaba de sacar a la luz su última colección pictórica, realizada en tinta sobre madera, formada por un total de dieciséis cuadros bajo un título común: Casualidad .

Pero la serie dista mucho de ser casual: "He dedicado un año a esta obra, totalmente nueva, en la que intento reflejarme. Por lo general, mis creaciones tienen mucho que ver con mi estado emocional; intento organizar el espacio en que me muevo", subraya. Además, Rosado está convencido de que se trata de su colección más intimista: "En ella plasmo, por ejemplo, mis miedos e inseguridades, que se desligan por el lienzo. Intento amarrarlas mediante cuerdas o púas a mi propio yo", explicó ayer durante la inauguración de la muestra, que podrá visitarse durante abril y todo el mes de mayo en El Corral de las Cigüeñas.

CIRCUITO La elección del local, en el corazón del casco antiguo, tampoco es casual. La exposición formará parte de ese circuito improvisado y paralelo que cada año surge en torno a Foro Sur, la gran cita de Cáceres con el arte, para dar a conocer las creaciones, valores y tendencias de la propia ciudad. Rosado aporta una colección abstracta de tonos calientes, donde priman los rojos, ocres y negros. "¿Por qué el título Casualidad ? Sencillamente porque considero que es un factor muy importante dentro del proceso creativo, junto con los conocimientos técnicos", afirma.

Luis Rosado inició sus estudios de Dibujo, Pintura y Grabado en la Escuela de Bellas Artes Eulogio Blasco de Cáceres, dependiente de la diputación. Figuras como Juan José Narbón y Pedro Valhondo fueron sus maestros en aquella etapa formativa.

Con más de 300 obras y un afán continuo por el trabajo y el estudio, va camino de convertirse en uno de los pintores más prolíficos dentro del expresionismo abstracto. Pero su principal dedicación son los grabados, y dentro de ellos los monotipos, "una técnica que ha desarrollado con fruición y con gran dominio del lenguaje, a través de un tratamiento exquisito y meticuloso donde le interesa tanto el proceso creador como el resultado final", subraya de él la catedrática María Jesús Herrero de Tejada. Durante los últimos veinte años ha expuesto su obra en una treintena de muestras individuales y colectivas.