Imaginar otra Aldea Moret es posible. Lo dicen y de hecho lo han imaginado los arquitectos afincados en Barcelona Cristina Goberna, de Sevilla, y Urtzi Grau, de Bilbao, ganadores del concurso de jóvenes arquitectos Europan 8 con un proyecto de reordenación de esta barriada cacereña, que pretende su regeneración social, económica y ambiental. Los arquitectos mantendrán mañana un primer contacto en Cáceres para presentar el proyecto.
¿Y cómo imaginan estos arquitectos Aldea Moret? Como un barrio que "ya existe y que simplemente ha de ser descubierto a través de la mirada atenta de sus habitantes", explica Grau. Eso sí, advierten de que se parte de una situación "ciertamente crítica" por las deficiencias infraestructurales, sociales y económicas que sufre el barrio, por su desconexión con el núcleo urbano y su fragmentación interna.
La vía del tren
Entienden, por ello, que "Aldea Moret no puede esperar" a transformaciones futuras que dependen de otras grandes infraestructuras, como por ejemplo la construcción de la línea de alta velocidad a la que está supeditada la desaparición de la vía del tren. Así, proponen, entre otras actuaciones y estrategias más globales, la creación de un entramado de grúas o grapas sobre la vía del tren y la carretera que sirvan como pasos peatonales sobre las mismas pero, a su vez, funcionen como centros sociales, paradas de transporte público, centro energético, de recogida de agua, telefonía, entre otros usos públicos posibles.
Estos elementos grapa hacen referencia a las grúas que se utilizaban en las plantas de producción de fosfatos y serían grandes plataformas metálicas que se apoyan en ambos lados de la vía del tren o de la carretera. "Son edificios que comunican dos lados normalmente separados y se aprovechan de esta situación para convertirse en centros vertebradores del barrio", concretan los arquitecos. Los describen como "condensadores sociales": reúnen una gran cantidad de actividades urbanas en un único espacio (deporte, ocio, cultura, intercambiadores de transporte público...).
"Mientras esté la vía hay que sacar provecho de la misma", sostienen. Cuando ésta desaparezca, dichos elementos grapa servirían para definir el corredor de espacio público. "No son simples puentes peatonales, sino una red de estructuras habitables que, por su posición elevada, permiten reconocer Aldea Moret y mirarla desde otro punto de vista", concretan.
Sin embargo, la imaginación de Goberna y Grau, que trabajan con antropólogos, expertos en planeamiento, artistas, trabajadores sociales, urbanistas..., va más allá. Su propuesta no contempla la construcción de grandes infraestructuras o edificios, sino que se trata, explica Goberna, de un conjunto de estrategias de uso y gestión de diversas áreas del barrio que lleven a la recuperación de su identidad a corto y largo plazo.
Un barrio fragmentado
"Aldea Moret está formada por fragmentos: diferentes operaciones urbanas, realidades sociales contrapuestas, actividades económicas diversas, pedazos de la historia de Cáceres... Y, quizás por esa razón, tiene una marcada personalidad", explica Grau.
Así, considera que si la fragmentación y la identidad han sido claves en el pasado del barrio, también deben ser la "llave de su futuro" impulsando la identificación de sus habitantes con el mismo. "Estar interesado y orgulloso del propio barrio, identificarse con él, conocerlo y reconocerse en el mismo, son piezas clave para la construcción de la identidad social", sostiene Goberna.
Entre esas estrategias que plantean, destaca el desarrollo de los más de 200 espacios (o parcelas) vacíos que se han detectado bien como zonas verdes o bien dándoles un uso público para los vecinos del que ahora carecen. "Una acertada gestión de estos fragmentos, estructurales para Aldea Moret, permitirá imaginar y descubrir una renovada identidad urbana".
Urtzi Grau concluye: "La inusitada actividad vecinal, su privilegiada relación con la naturaleza con el entorno natural, su valor histórico y, en resumen, sus excepcionales condiciones, hacen que sea posible imaginar otra Aldea Moret".
