La propuesta de mejorar la accesibilidad de la plaza de toros de Cáceres y el modo de hacerlo (con el asesoramiento de la ONCE) se inspiran en la reforma puesta en marcha para convertir al coso de la Maestranza (Sevilla) en el primero del mundo en ser accesible para personas ciegas. Mediante un protocolo pionero que se suscribió en 2006, la ONCE se comprometió a editar planos en relieve del coso y a adaptar la señalética, y se instaló un sistema de audiodescripción.