La plaza de toros abre sus puertas, aunque no es tarde de corrida. El coso se ha vestido de blanco para la Navidad y los toreros que lo pisarán en estas fiestas sustituirán los capotes por guantes, las monteras por gorros de lana y las manoletinas por botas de cuchilla. No sortearán a impresionantes miuras con certeros capotazos, pero sí tratarán de demostrar su destreza en el arte del patinaje sobre hielo, intentado conseguir acertadas piruetas evitando las caídas. "Lo más difícil es controlar al principio para no caerte, pero es muy divertido", señalan Victoria y Natalia, dos amigas de 14 años que ya se han calzado los patines y probado suerte.

Ante el éxito que la iniciativa de montar una pista de patinaje sobre hielo en la plaza de Toros de la ciudad tuvo el año pasado, se ha decidido repetir la experiencia y ayer, a las doce del mediodía, el concejal de Deportes del ayuntamiento, Lázaro García, hacia la inauguración oficial. El tradicional corte de la cinta dejaba paso a los primeros patinadores, un grupo de chicos y chicas de entre 14 y 16 años que ya hicieron sus pinitos sobre el hielo en la pista del año pasado.

"Este año es distinto, los patines no se deslizan igual que en la del año pasado", comenta Laura algo sorprendida. La chica tiene razón, y es que la pista de patinaje ahora instalada en la plaza de Toros para estas navidades presenta una serie de diferencias respecto a la del año pasado. Entre ellas está la que tanto ha sorprendido a Laura, el hecho de que no es de hielo, sino de un material sintético que lo imita casi a la perfección, "y con las ventajas de que es más fácil para los que nunca han patinado y que los que se caigan no se mojarán", señala Alba, una de los cuatro monitores con que cuenta la pista.

Ella, junto con Carlos, Omar y Natalia, serán los encargados de orientar a los patinadores y enseñarles estos días, hasta el próximo 7 de enero, los trucos del patinaje sobre hielo.

Y otra de sus novedades es que es 200 metros cuadrados más grande que la del año pasado, con lo que alcanza una superficie de 600 metros cuadrados y permite una capacidad máxima de 200 personas.

El concejal de Deportes se mostró confiado en que el éxito que tuvo la pista de patinaje el año pasado, con más de 20.000 visitantes, se repita e incluso se aumente este año, pues anunció que "la demanda que tenga ahora será clave para decidir si se instala una pista de patinaje fija en la ciudad", algo que según indicó se está ya estudiando. De hecho, el ayuntamiento ya se ha puesto en contacto con la multinacional inglesa que las fabrica para negociar el tema.