La Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Humildad abrió ayer por la tarde la Semana Santa y lo hizo de una forma singular: era la primera vez en la Semana Santa de Cáceres que costaleros sacaban un paso. "Nos hacía mucha ilusión, nunca se ha sacado un paso a costal en Cáceres", destacó el hermano mayor de la cofradía, Francisco Roncero, antes de iniciar un desfile que también fue novedoso por otro motivo: era la primera vez que la Semana Santa cacereña comenzaba el Sábado de Pasión con un desfile procesional.

La procesión tenía una tercera novedad: su recorrido, debido a que transcurrió por dos barrios alejados del centro: Cabezarrubia y Vivero. "No queríamos perjudicar a ninguna otra cofradía, además el centro está masificado", añadió Roncero al explicar tanto la fecha que se ha elegido como la zona, que corresponde a la parroquia de Beato Spínola.

La procesión transcurrió bastante lenta, bien organizada y con gran expectación en su tramo inicial, con una gran asistencia de cacereños llegados de otros barrios. La procesión recorría más de un kilómetro y medio y los costaleros tenían que soportar los 1.100 kilos del paso, la talla de Nuestro Padre Jesús de la Humildad en su Prendimiento. En cada uno de los siete palos transversales del paso iban cinco costaleros de una cofradía nueva, era la primera vez que salían en procesión, pero que cuenta con un centenar de hermanos.

Por la mañana, en la concatedral de Santa María, la Cofradía del Santo Crucifijo de Santa María de Jesús (Cristo Negro) entregó la distinción anual del muñidor, que este año ha recaído en la cadena Cope y en el cofrade Daniel Avila Palacios.