Una de las actuaciones más singulares recogidas en el informe tiene que ver con el desarrollo de un plan de conservación y dinamización de las huertas para el que se proponen como principales herramientas la creación de "huertos de ocio", dirigidos y gestionados por particulares y asociaciones sociales, en los que se pudiera cultivar para consumo personal. Estas plantaciones también servirían "para promover la conservación de un agrosistema tradicional de la zona". Además, plantea la creación de huertos escolares, para aprender de forma lúdica los valores de la huerta tradicional, y de escuelas talleres para desempleados en las que se trabaje en horticultura, jardinería y construcción tradicional.