Muy pronto finalizarán los desplazamientos para incinerar a familiares y allegados. Los cacereños podrán utilizar a partir de marzo las instalaciones del crematorio, un servicio muy demandado por la ciudadanía cuya ejecución ha resultado más compleja de lo esperado. Seis años después de iniciarse los primeros trámites, tan sólo faltan mínimos ajustes para abrir el recinto. Por el camino quedan numerosos obstáculos, complicaciones, demoras y reformas, "un auténtico calvario que afortunadamente está a punto de terminar", lamentó ayer el edil del área, Joaquín Rumbo.

Tras varios retrasos y fechas pospuestas, el ayuntamiento da por segura la apertura en marzo. "Se trata de una obra prioritaria, pero a veces nos hemos llegado a desesperar por complicaciones inesperadas de tipo funcional y técnico", señaló el concejal. El proyecto ha supuesto un desembolso de 336.000 euros y se ha ejecutado en el denominado patio moro del cementerio.

Dará servicio a la capital y los municipios del entorno, y evitará que los cacereños tengan que desplazarse hasta los crematorios de Plasencia y Villanueva de la Serena, los más cercanos, cuando decidan incinerar a un familiar (un 45% prefiere esta opción al enterramiento). La tarifa se mantiene tal y como se estipuló en el proyecto inicial: 360 euros por servicio. La compañía Mapfre tendrá la concesión durante 50 años y ha coordinado las obras de construcción.

PRESTACIONES El crematorio dispone de dos túmulos, sala de urnas, zona de maniobra, horno crematorio y antesala, capilla aconfesional sin ningún símbolo para ceremonias de cualquier creencia, sala de despedida, sala de entrega de cenizas, aseos, dos vestíbulos y otras instalaciones operativas (almacén, despacho, vestuarios...). El estacionamiento se realizará en el nuevo vial de Montesol, de acceso al recinto, que dispone de amplio espacio.

Sólo quedan dos exigencias para poner en marcha el servicio: cambiar la puerta de acceso a la sala del horno crematorio y los cristales de esta misma estancia, por otros materiales reforzados contra el fuego. "Ya los hemos encargado y esperamos resolverlo en pocos días. Todo lo demás está listo: mobiliario, teléfono, agua, gas... La Consejería de Sanidad de la Junta nos ha dado autorización verbal para abrirlo en cuanto se cumplan estos requisitos", indicó Rumbo.

El edil estima que los cacereños serán más reacios a utilizar el crematorio durante los primeros meses. "Una vez que se ponga en marcha y se conozca, tendrá más demanda. De hecho, muchos ciudadanos no incineran a sus familiares por no desplazarse a otra ciudad en un momento tan delicado", explicó.