Paseó el nombre del 2016 de la mano del PP y ahora ve desde la barrera el proyecto cultural más importante de Cáceres. Ni siquiera con esta entrevista Cristina Leirachá pierde la compostura.

--¿Usted es una maruja o una burguesa?

--Diría que soy como diría Martirio: En chándal con tacones, arreglá pero informal , esa soy yo.

--Cara a la galería pareciera que le gusta cultivar el discreto encanto de la burguesía...

--Valoro la discreción, pero no me gusta el surrealismo.

--Lo digo porque un día llegó a Cáceres desde Coruña y eso era algo qué sonaba ¡tan burgués!

--Ah, yo diría que sonaba a marinero ¿pero burgués? no veo por qué...

--Porque usted no es de La Coruña, ni tan siquiera de A Coruña, usted Cristina, es de Coruña...

--Pues sí, soy coruñesa de esas que cuando era pequeña y desde la Torre de Hércules veía el horizonte del mar, sabía que detrás estaba América, que si subía a la derecha me encontraba con Europa y el norte de Inglaterra y que si bajaba llegaba a Africa y podía pasar a las islas orientales, eso da una mente abierta maravillosa.

--Y se casó con un Pérez, de los Pérez de toda la vida, los de la Casa de las Chicuelas, los de la Casa de los Picos... Vamos, que hasta para casarse fue usted una burguesa...

--No, hombre. Todos estos Pérez forman parte de la familia de mi marido, pero mi hombre era de Pin-to-res, de Pin-to-res.

--Y llegó a una ciudad en la que hizo furor, porque usted era educada, mona y con un toque glamouroso...

--¿Así era? ¡Ya he tardado en saberlo, eh!

--Vamos, que era un poco Letizia...

--Para nada. No, no, no... yo siempre he querido ser reina de mi casa.

--Porque tenía un aire de pepera, pero también de progre...

--Digamos que en cualquier caso joven, moderna o actual.

--Y eso para Cáceres era absolutamente irresistible...

--¡Pues bravo por Cáceres!

--Por ejemplo, compartía tertulias con Luis Casero o Carlos Pazos..

--Sííí, pero se ha olvidado de que al principio con quien compartía tertulias era con Fernando Turégano. Luis Casero es de casa y Carlos Pazos fue después.

--Y frecuentaba el Drinki , que era el pub de Felipe Vela...

--Bueno, nosotros íbamos al Drinki de nuestro amigo Felipe Vela.

--Y era profesora de Educación Física, que sonaba como muy a conquista social...

--¡Ay, en la conquista social sigo! Eso es algo en lo que no voy a cesar, sobre todo siendo mujer.

--Y vivía en La Madrila, cuna de la movida...

--Adoro La Madrila. Los años 70 fueron el motor que generó la democratización de la ciudad.

--Hija de periodista deportivo...

--Mi padre representa para mí la fuerza, la vitalidad y la expresividad. Buen comunicador.

--Pero, por otro lado, era chica de la Sección Femenina...

--No había otro medio de obtener el título que yo tengo. Tuve que ir a Madrid, a una escuela superior que la regía la Sección Femenina, era imprescindible.

--Y le gustaban la caza y los toros, vamos que era tradicional, tradicional...

--Son aficiones que descubrí en Extremadura. En Galicia lo que me gustaba era el mar.

--Y adoraba los gatos, que son animales muy aristócratas: un gato siempre es un señor, un perro, sin embargo, si no es de raza no es un perro, es un chucho...

--(Carcajadas). A mí me encantan los elefantes y los caballos pero es un problema tenerlos en un piso. De forma que el gato, cuando me mira con ojos tiernos, me enloquece.

--Y portaba collares, joyas antiguas, pulseras de Carey...

--¡Qué barbaridad! Siempre me gustó aquella deliciosa película, Desayuno con diamantes .

--Hasta que un día se metió en política y se acabó lo que se daba...

--No se acabó nada. Fue una experiencia extraordinaria y me ha enriquecido muchísimo.

--Entró en un equipo de gobierno que más que un equipo acabó siendo un nido de víboras...

--Usted sabe que las víboras no se pican entre ellas.

--Todos acabaron a puñetazos...

--Yo no recibí ninguno.

--Y eso que al principio usted paseó el nombre de Cáceres 2016, que eso tiene mucho glamour...

--No. Lo que tiene es muchísimo trabajo y mucha dedicación.

--Lo malo es liderar un proyecto con ¿300.000 euros al año?

--Eso fue cuando lo recibí. Lo puse después en 600.000 y lo dejé con 2.200.000, quiere decir que lo trabajé muy bien. Estoy orgullosa de lo que hice.

--Y correr el riesgo de que después te pongan como un trapo...

--Pues no soy consciente la verdad, pero en cualquier caso en mi casa los trapitos están limpios.

--Y encima aguantar que te metan de número 14 en una lista...

--No, no, no aguanté nada, renuncié en el acto. No dí opción.

--Aunque debo reconocerle que hasta para irse lo hizo con dignidad, al más puro estilo burguesa-progre : Antes muerta que sencilla - Prefiero morir de pie a vivir siempre arrodillada ...

--Arrodillada nunca he estado, ni pienso estar, si Dios quiere.

--Y quien mejor que usted para contestar: ¿Cristina, qué es la capitalidad?

--Una fuente de ingresos económicos, de puestos de trabajo, progreso y futuro como no encuentro otro proyecto en política local para que Cáceres despegue. Espero que se consiga. Pondríamos a la ciudad en Europa y en el mundo, y por mucho tiempo.

--Y para terminar, dedíqueme una tabla de gimnasia...

--Dedíquese usted a andar una hora diaria a paso ligero, sin descansar ni sábados ni domingos ni periodos vacacionales. ¡Se encontrará como una rosa!