Irremediablemente el final del curso político se convirtió ayer en un incongruente vodevil que inició a media mañana el portavoz de Ciudadanos, Cayetano Polo. Hay un acuerdo de investidura que la formación naranja firmó con el PP, pero su máximo representante en Cáceres quiso volver a alterar a las filas populares, y vaya si lo consiguió al definir nada menos que de «incapaz, incompetente y mediocre» al equipo que dirige Elena Nevado e incluso fue más allá al asegurar que lo que le «apetece» a los de Albert Rivera es «cambiar de alcaldesa, pero ella no se va a reordenar». La causa de la incongruencia parece clara: ¿por qué se sigue facilitando un gobierno que a juicio de Cayetano Polo construye una ciudad «parda, asfixiada y muy mejorable»?

Polo contestó que porque les «engañan», porque firman condiciones con el PP que luego «se desvanecen». Y es que sin duda soltó grandes perlas el portavoz de Ciudadanos en una comparecencia en la que volvió por enésima vez a exigir a Elena Nevado que «modifique su equipo de gobierno» y lanzó dardos contra el concejal de Urbanismo, Valentín Pacheco, del que dijo que si trabajara en una empresa privada ya habría sido objeto de un «despido fulminante».

Cayetano Polo insistió en la necesidad de reformar el Plan General Municipal y ofreció, en este sentido, la radiografía de un Cáceres casi en riesgo de extinción porque las licencias no se conceden con la celeridad deseada y porque se ponen trabas a los nuevos proyectos a consecuencia de que la sección de Urbanismo es «un tapón, un embudo» que obliga a los inversores y a las nuevas generaciones de emprendedores a marcharse porque están entre seis meses o un año esperando a abrir un negocio. Seguidamente, Polo recriminó a Pacheco que se haya ido de vacaciones y acusó de haber hecho una reordenación a medias de Urbanismo, un área que a su juicio presenta una «situación en riesgo de convertirse en caótica, con dos técnicos para abordar todos los expedientes».

La alcaldesa no tardó ni media hora en contestar. Y lo cierto es que sorprendió a todos con un golpe de mano: ofreció a la oposición integrarse en el gobierno. «Me quedo perpleja -sentenció-, mientras el señor Pacheco viene al ayuntamiento a trabajar, otros vienen exclusivamente a criticar a pesar de cobrar media liberación de las arcas públicas».

Tras asegurar que se ha procedido a una renovación de Urbanismo añadió: «Invito a todos los grupos políticos a que se sumen a trabajar, y si quieren formar parte del gobierno que lo digan, porque estamos dispuestos a estudiar todas las posibilidades, el que venga a sumar, el que venga a aportar, el que venga a dejarse la piel y a sudar la camiseta tiene un espacio dentro del trabajo del equipo de gobierno. E incluso si quieren asumir algún área de responsabilidad les invito a que la asuman y la compartan, que asuman la presidencia o la vicepresidencia de algunas de las comisiones para que sepan qué se hace en el ayuntamiento día a día».

¿Qué reacción provocó en la oposición este ofrecimiento?, Ciudadanos negó cualquier posibilidad de entrar en el gobierno y dijo que les sonaba «a broma», el PSOE habló de oferta desesperada: «Si no se ve capaz de gobernar esta ciudad, lo mejor que puede hacer es dimitir», espetó el portavoz Luis Salaya. A Podemos le provocó «risa». Su representante, Consuelo López, estimó que formaba parte de la guerra del PP con Cs. Tanto PSOE como Podemos también descartaron entrar en el gobierno.