El portavoz del grupo municipal de Ciudadanos, Cayetano Polo, anunció ayer que el tipo impositivo del IBI se tiene que reducir un 10% para que su partido se siente a hablar con el gobierno local (PP) de los presupuestos de 2018. El portavoz del gobierno, Rafael Mateos, se mostró a favor. «La bajada de impuestos está en el ADN» del PP, afirmó. Pero recordó que antes de un pronunciamiento definitivo se tiene que cuantificar cuánto dejaría de ingresarse y «hasta dónde puede bajar sin poner en riesgo la sostenibilidad del ayuntamiento», aseguró.

«La condición previa para sentarnos a hablar de los presupuestos es que se baje el IBI a todos los cacereños», aseguró Polo, que precisó que en Ciudadanos «pensamos que una de las mejores formas de relanzar la economía es reduciendo la presión fiscal». Si el gobierno no acepta esta condición, «no nos sentamos» con el PP a hablar de los presupuestos, añadió. Polo habló de una bajada de un 10%, pero puntualizó que no serán inflexibles: «No vamos a discutir si nos proponen una bajada del 9,2%, pero si nos ofrecen un 5% no estaremos satisfechos».

REUNIÓN CON NEVADO / Polo y su compañero de grupo, Antonio Ibarra, informaron de esta condición a la alcaldesa, Elena Nevado, y a los concejales del gobierno Mateos y María Guardiola, responsable de Economía, en una reunión celebrada la tarde del jueves. Mateos insistió ayer que hay que estudiar las consecuencias que tendría aplicar la condición de Cs porque lleva aparejada «una merma importante en los ingresos del ayuntamiento».

El portavoz del gobierno contó que en ese encuentro se le preguntó a los concejales de Ciudadanos que cuánto era para ellos esa bajada, «parece ser que si se llega a un millón darían cumplida esa condición». Polo también habló ayer de «en torno a un millón».

Si se aplica una reducción del 10% sobre la previsión de recaudación en 2017 del IBI urbano, el ingreso se reduciría en casi 2,4 millones. Aunque habrá que esperar a la cuantificación que hagan los servicios de Intervención y de la sección Tributaria y al acuerdo al se llegase, la pérdida de ingresos, tomando solo como partida los datos de recaudación de este año, sería muy superior al millón de euros del que se habló en las intervenciones de ayer.

Un recorte del tipo de un 10% lleva aparejada una reducción con el mismo porcentaje en la cantidad a pagar con el recibo. El tipo impositivo es actualmente del 0,75% y se aplica sobre los valores catastrales de cada uno de los bienes por los que se tributa. Un recorte del 10% supone poner el tipo en el 0,67%, el mismo que tenía en 2007. En el IBI urbano hay una excepción, ya que a los inmuebles que tienen uso industrial, comercial y de restauración se les aplica un tipo impositivo inferior, del 0,70%, que con una bajada del 10% quedaría en el 0,63%.

Si finalmente se acuerda una reducción del tipo impositivo, sería la segunda vez que baja en dos años. La primera fue a finales de 2015, cuando se subieron los valores catastrales y el ayuntamiento tuvo que reducir el tipo impositivo (pasó del 0,81% al 0,75%) para evitar una subida del impuesto.

DESDE EL 1 DE ENERO / En la condición de Ciudadanos se especifica que la bajada se tiene que empezar a aplicar con fecha de 1 de enero de 2018. El impuesto se pasa al cobro a partir de mayo. Pero en el caso de que la modificación fiscal se tenga que aprobar antes de final de año, los tiempos están muy ajustados porque el acuerdo que se tome tiene que pasar el trámite de información pública. Mateos habló ayer de que «en los primeros días» de la próxima semana se podría tener una cuantificación de lo que se dejaría de ingresar con una reducción del tipo impositivo del IBI de un 10%.

Si se aprueba la bajada del IBI, sería el segundo tributo del que se ingresaría menos en 2018, ya que en la planificación de los presupuestos para el próximo año ya se espera un menor ingreso del impuesto de plusvalía como consecuencia de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que pone límite al cobro de este impuesto. Ese ingreso de menos en la plusvalía hace que en 2017 se presupuestase un montante total de 34,4 millones de impuestos directos, mientras que la previsión inicial para el presupuesto de 2018 es de 33,7 millones de euros.