El centro asistencial de la Cruz Blanca, que tiene capacidad para atender a 33 personas, cumple 25 años desde su puesta en funcionamiento y la concatedral de Santa María acogió ayer una eucaristía a modo de reconocimiento por el impagable trabajo que llevan a cabo los hermanos atendiendo a enfermos incurables y a los más necesitados.

Una concatedral a rebosar de personas --incluso hubo que colocar sillas individuales para que muchos de los asistentes no tuvieran que permanecer de pie-- fue testigo de la entrada del cardenal y arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo, quien quiso acompañar a los hermanos franciscanos en un día tan especial presidiendo la eucaristía y regalando unas palabras en homenaje a la Cruz Blanca y su labor.

"Misericordia, perdón, llorar con el que llora, hacer fiesta con el que esta contento... Esto es lo que desde hace 25 años hacen nuestros hermanos franciscanos de la Cruz Blanca. Una labor que todo el mundo entiende. Y no necesitan dar explicación, porque el amor todo lo allana, todo lo hace claro y todo lo hace comprensible", pronunció Amigo.

Visiblemente emocionados, los allí presentes compartieron las oraciones con muchos discapacitados que son atendidos por la Cruz Blanca y también con autoridades políticas y personajes populares como la subdelegada del Gobierno en Cáceres, Jerónima Sayagués, la concejala de Asuntos Sociales, Marisa Caldera, o el humorista Franquete.

"Los deficientes, los inválidos, los enfermos... Esos son los hijos más queridos de Dios, porque son los más débiles, y Dios busca a unos amigos cristianos para que los cuiden: los hermanos de la Cruz Blanca", añadió el cardenal y arzobispo emérito de Sevilla, que recordó también que la caridad no se discute, se practica. "Como San Vicente de Paúl dijo: la caridad no hace ruido, y si hace ruido no es caridad", concluyó.

Los hermanos de la Cruz Blanca cumplen 25 años ayudando al más necesitado. Un cuarto de siglo regalando amor y caridad al prójimo sin esperar nada a cambio. Porque como dijo ayer Carlos Amigo, "el que hace el bien, que no espere que le pongan una alfombra roja por el camino".