Los presupuestos del 2006 se llevan hoy al pleno, unas cuentas que afrontan la deuda del consistorio en varios conceptos, que se cifra en 19,8 millones, cantidad que no incluye el débito de las operaciones de crédito, y que recorta por segundo ejercicio consecutivo el dinero que va a inversiones y que se sitúa al nivel del presupuesto de 2002 y 2003. Las principales inversiones para este año son el centro de ocio del ferial, el parque de Santa Lucía y distintas actuaciones en barrios.

La atención al déficit también se hace al no recurrir, por tercer año consecutivo, a operaciones de crédito para financiar las inversiones, lo que permitirá empezar el ejercicio con un débito por seis créditos a largo plazo por un importe de 9,7 millones de euros y acabarlo con 7,9.

El ayuntamiento iniciaría el año con una deuda que se valora en 29,5 millones, y podría finalizarlo dejándola en 21,8 (de los que 7,9, de los créditos a largo plazo, tienen financiación asegurada con su amortización anual) y con un plan para afrontar el resto, 13,8 millones, en un plazo de cinco anualidades presupuestarias. Además, esos 13,8 millones son sólo una estimación y parte, los 6 millones de la sentencia del parque del Príncipe, pendiente de fallo del Supremo, se quieren atender con permuta.

No obstante, la realidad presupuestaria del ayuntamiento es más compleja, pero los números manejados durante los últimos días por los grupos políticos al aludir a la deuda han sido los 3,9 millones de gastos afrontados sin financiación, la mayoría en los ejercicios 2003 y 2004, de los que 3,3 se financiarían con ingresos corrientes (impuestos, tasas...) y otros 680.000, del reformado del colector de Aldea Moret, irían como inversión con cargo a enajenación de patrimonio. Luego están los 1,9 millones de euros del remanente negativo de tesorería del 2004, que es el que obliga a que el consistorio tenga que presentar unos presupuestos que planifican más ingresos que gastos, en total 1,9 millones para ese remanente negativo, que también se afronta con ingresos corrientes.

Y es que el ejercicio del 2004 se cerró con un balance contable negativo. Al final de ese año, el consistorio tenía pendiente de pago 36,7 millones, pero le adeudaban 35,4 y tenía 18,6 en fondos líquidos de tesorería, lo que dejaba un saldo de 17,3 millones, pero de ese remanente se necesitaban 19,2 millones, comprometidos y con financiación afectada, lo que dejaba una cuenta para gastos generales en negativo, en -1,9 millones, y obligaba por ley a nivelar las cuentas con el presupuesto del 2006 con un superávit de 1,9 millones.

Fuera de este análisis contable están los 3,3 millones que requieren un reconocimiento de crédito por el consistorio (son gastos hechos sin financiación) y los 680.000 euros del colector. Esos tres conceptos se afrontan y al menos se les da financiación.

UN PASO MAS Pero el presupuesto da un paso más y reconoce otras deudas, como gastos sin financiación hechos en el 2005 por importe de 196.092 euros, el convenio con diputación por el Sepei (2,5 millones), el fallo del parque del Príncipe (6) y recuerda que por las revisiones del contrato con Conyser por la recogida de basura se adeudarían 5,1 millones, dado que la actualización de esta relación contractual, a diferencia del autobús y del agua que se revisan todos los años, lleva tres ejercicios de retraso. Los presupuestos, en su base de ejecución, planificaron en un principio su financiación con el remanente de tesorería para gastos generales (si es positivo debido a que el del 2004 fue negativo) con el que se cerrase el año 2005.

Sin embargo, hace una semana, cuando la comisión local de Economía dictaminó a favor de los presupuestos, lo que permite que hoy se debatan en pleno, se dio un segundo paso al incluir en las bases que antes de junio se tendrá que elaborar y aprobar un plan de financiación para esas deudas reconocidas y que se afrontaban con previsión de remanente positivo.

La inclusión de la elaboración de ese plan se produjo al aceptarse por el gobierno local una enmienda del edil independiente, Felipe Vela. Y esta es la gran paradoja del presupuesto. Vela salió del gobierno en mayo del 2005 por, entre otros motivos, la realización de gastos sin financiación, que alteraban la disciplina presupuestaria, y por la aparición de nuevos gastos, como la sentencia del parque del Príncipe, a los que no se dotaba de financiación; y ahora, fuera del gobierno, se va a incluir en el presupuesto parte de sus demandas cuando era el concejal de Economía.

DESCENSO En cuanto a las inversiones, se vuelve a la venta de suelo como principal fuente de financiación. Pero el inconveniente de las inversiones, aunque el presupuesto se trate sólo de una previsión, es que hay una parte que al final ni se inicia o que acaba pasando al año siguiente, así para el 2006 vuelven a aparecer partidas para las depuradoras de las pedanías, para el parque de Santa Lucía o para adecuar la tercera planta de consistorio, pero hay otras que se incluyeron en las cuentas del 2005, que no se iniciaron y que no están en el 2006, como el párking de plaza Marrón, aunque en este caso se mantiene la intención de financiarlo con lo que reciba el consistorio, se calculan 2,5 millones, del convenio de El Corte Inglés. No ocurre lo mismo con el pabellón ferial de Aldea Moret, que no está en el 2006, aunque se presentó un plan para financiarlo con fondos europeos.