Muy deteriorada. Así es como se encuentra, hoy en día, la cueva de Maltravieso, el vestigio artístico más antiguo que ha aparecido en Extremadura --con una datación calculada superior a los 25.000 años-- y que, sin embargo, presenta en la actualidad un "problema de conservación muy grave". De esta manera lo describió Hipólito Collado, del Arqueología de la Consejería de Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura y uno de los coordinadores del XIX Congreso Internacional de Arte Rupestre Ifrao 2015: 'Símbolos en el paisaje: el arte rupestre y su contexto' que arrancó ayer en la capital cacereña.

"Es un problema derivado", aseguró Collado. Según este especialista en arte rupestre prehistórico, cuando se descubrió la cueva, en 1956, "no se aplicaron medidas de protección desde primera hora, era un barrio marginal, la gente entraba..." Esa situación provocó que se fuera acumulando un deterioro progresivo en el estado de conservación que ha hecho que las pinturas se hallen actualmente en una situación muy delicada", sostuvo.

La razón de este desgaste que sufre Maltravieso desde su descubrimiento se debe a múltiples factores. Entre ellos la contaminación microbiológica, la delicadeza de los soportes o el mal estado de los pigmentos y de los paneles. "Por ejemplo, el soporte de la calcita donde aparecen las pinturas no esta pegada a la roca, si se observa a nivel microscópico esta cogido con pequeños cristales, lo cual causa una debilidad en los soportes que hace que se caigan", subrayó Collado, que volvió a recalcar que "no es culpa de nadie", sino que se trata de "un problema sobrevenido".

En ese sentido, cuestionado por la solución, Collado apostó por "interrumpir toda actividad humana en el interior, ver cómo evoluciona la cueva y analizar entonces qué tipo de actividad y en qué grado se puede desarrollar", ya que "no hay manera de recuperar lo perdido". La mejor opción entonces es "tratar de parar el deterioro progresivo", intentando que el trabajo en la cavidad sea lo menos invasivo posible. "Si en lugar de estar cuatro personas están dos, mejor, y si en lugar de cinco horas, son tres, mucho mejor. Hay que trabajar en periodos de tiempo muy reducidos. A lo mejor dentro de 20 años aparece una metodología que nos permita conservarlo, es posible, pero hoy por hoy no existe", indicó.

DIGITALIZACION 3D Anteriormente, Jorge Angás, miembro del departamento de Ciencias de la Antigüedad de la Universidad de Zaragoza e integrante de los Primeros Pobladores del Valle del Ebro, ofreció una ponencia que versó sobre el último proyecto llevado a cabo en la cueva cacereña: la digitalización tridimensional de su extensión.

El resultado del proyecto, que se puede consultar desde la página web www.3dscanner.es e incluye una ruta virtual por la cavidad, nació para satisfacer dos objetivos principales: "obtener datos de carácter científico que ayudaran a preservar la cueva y a diagnosticar cualquier patología de cara al futuro, al mismo tiempo que se elabora un proyecto divulgativo para que la gente, a través de una aplicación muy sencilla, pueda visualizar una cueva que por problemas de conservación no se puede visitar", indicó Angás.

Los trabajos arrancaron hace aproximadamente un año y medio y durante los seis primeros meses el equipo de los Primeros Pobladores del Valle del Ebro trabajó in situ en la misma cueva de Maltravieso. Actualmente, con la primera etapa finalizada, la tarea es implementar toda esa información recabada en el laboratorio. "Tenemos la materia prima para obtener información de ahí y no tener que volver a la cueva", manifestó.