Cuando se publican estudios estadísticos sobre Extremadura, nunca se tienen en cuenta los intangibles, es decir, esos datos no cuantificables que proporcionan tranquilidad, calidad de vida... El estudio sobre el tráfico cacereño tampoco recogerá determinados intangibles que están en la base del caos circulatorio. Si se le pregunta a un cacereño que por qué no utiliza el transporte público, no dará razones científicas, sino vaporosas. Por ejemplo, dirá que le da no sé qué montar en él. O responderá que el autobús es como muy complicado cuando no hay nada más sencillo, más barato ni más cómodo para trasladarse por la ciudad.

En cuanto a lo de sugerir que se vaya andando a los sitios, eso ya roza la provocación. ¡Estaría bueno: toda la adolescencia soñando con un coche, toda la madurez ahorrando para un BMW y ahora voy a ir andando! En Cáceres, lo del tráfico es muy complicado porque toca las fibras más sensibles de la autoestima. En las metrópolis europeas y americanas, el autobús y el paseo significan calidad de vida y modernidad, aquí... Bueno, aquí es que da no sé qué.

*Periodista