Por las tardes, el novillero Dani Morales va a la universidad. Cursa tercero de Obras Públicas. Por las mañanas, se entrena para tomar la alternativa como matador de toros. El próximo verano quiere presentarse en Las Ventas, pero antes tiene que sumar las cuatro novilladas picadas que le faltan para lograr el carnet de torero.

Con ese objetivo, Dani Morales se ha atrevido a poner en pie una novillada mixta con sus colega Raúl Palancar, de Aranjuez, y el rejoneador extremeño Nano Bravo. Juntos pisarán el próximo 4 de abril, Domingo de Resurrección, el albero de la plaza de toros de Casar de Cáceres. Con el apoyo del ayuntamiento y de una empresa, lidiarán a partir de las 17.30 horas novillos de El Cubo, de Trujillo, con entradas a 20 y 10 euros. "Para nosotros será el estreno de la temporada. También nuestro debut en esa plaza nueva", reconoce Morales, ilusionado y "con la cabeza puesta en el toro", a pesar de las dificultades del mercado.

De su bolsillo

Pero no importa. Con 24 años y el futuro por construir, al novillero cacereño le animó la idea de cerrar la Semana Santa con un festejo taurino en el que, asegura, "si hace falta arriesgar algo de nuestro bolsillo, lo haremos. Además, cumpliremos con la tradición de torear el Domingo de Resurrección".

De momento, su trabajo les ha costado. Hablaron con el alcalde de Casar, Florencio Rincón, que acudió ayer a la presentación de la novillada en el restaurante El Pato del extorero y empresario Emilio Rey. La propuesta de Morales y sus colegas de cartel, atractiva al incluir a un rejoneador en el festejo, le gustó y salió adelante.

La posibilidad de incluirla en el calendario taurino también facilitó la organización. "Lo teníamos complicado porque luego venían Talayuela, San Jorge y las ferias", detalla el novillero, que toreó por última en Cáceres en el 2008. La cita en Casar será la primera oportunidad de tenerle tan cerca. Con Raúl Palancar compartirá un mano a mano. Nano Bravo abrirá el festejo.

Tras seis temporadas toreando con novillos, Morales está decidido a dar el paso. "Tengo ganas de toros", reconoce. Se le notan la ansiedad. Ahora solo hace falta, dice, "que suba la temperatura para que venga mucha gente a la plaza de Casar". Una oportunidad más para seguir creciendo.