Sobre la retirada de símbolos religiosos de edificios públicos, el obispo manifestó que "en una cultura cristiana como en la que estamos, el crucifijo no tiene por qué presentar ninguna ofensa a nadie. Estoy de acuerdo en que se mantenga porque es un símbolo de paz, perdón y reconciliación".

Respecto a la carta enviada a institutos y padres por los obispos extremeños sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía, Cerro recordó que hay cuestiones de la materia que "no están de acuerdo con la doctrina de la Iglesia, y si los padres no están de acuerdo, están en su derecho".