Esta semana el Ayuntamiento de Cáceres aceptó la propuesta del Ministerio de Fomento de situar la nueva estación del AVE junto al cerro de los Pinos. De esta forma se antepusieron los intereses del ADIF, relacionados con el desarrollo de centros comerciales, frente a los intereses propios de la ciudad.

La ubicación de la estación del AVE estaba aprobada por el pleno del ayuntamiento dentro del Plan General Municipal y ahora se modifica aquella decisión, siguiendo un proceso improvisado y caótico de cuyas consecuencias tendremos ocasión de lamentarnos.

¿Tan difícil es que nuestros representantes, elegidos para gestionar los intereses generales, miren hacia el futuro y comprendan la trascendencia de hacer un centro intermodal de comunicaciones, que supondría un extraordinario impulso para el desarrollo de Cáceres y de toda Extremadura?, ¿cómo es posible que tiren por la borda esta ocasión irrepetible para salir del atraso y dar un futuro digno y próspero a las siguientes generaciones?.

La Fundación Cáceres Capital, una vez analizada la decisión adoptada, quiere hacer público lo siguiente:

1º) Decir que la futura estación estará en la prolongación de la avenida Virgen de Guadalupe es, sencillamente, demagógico porque el radio de curvatura que necesitará el trazado del AVE para salvar el cerro de los Pinos y la escombrera por detrás, la situará a dos kilómetros del inicio de la prolongación de esta avenida y a más de uno del centro comercial Ruta de la Plata.

2º) El emplazamiento elegido dificultará el desplazamiento peatonal a la estación, mucho más con equipaje. Además, el acceso rodado, tanto desde el interior de la ciudad como desde los barrios periféricos, será mucho más difícil en la opción elegida que en la opción exterior prevista en el plan de urbanismo.

3º) La ubicación está afectada tanto por el Calerizo como por los rellenos inestables de las escombreras anexas al propio cerro. Ambas circunstancias añaden una complejidad que sería inexistente con la solución exterior del plan general.

4º) Creará una segunda barrera urbana, dejando entre la autovía y las vías del AVE la única posibilidad de expansión de la ciudad, relegando las posibles ampliaciones de Capellanías y de todo el área de actividad económica al otro lado de la vía.

5º) Reproducirá en el nuevo barrio residencial en ejecución, PIR del Junquillo con 2.000 viviendas, el mismo problema que dice resolver en Aldea Moret: lo margina al otro lado de la vía.

6º) Anulará la oportunidad de proyectar un centro intermodal, combinando terminales de AVE, aeropuerto, autobuses urbanos e interurbanos, gran aparcamiento para automóviles, plataforma logística, centro de servicios, etc., agrupando los edificios para facilitar los transbordos. Esgrimir, en la propuesta aprobada, el pretexto de la intermodalidad para trasladar la estación de autobuses al otro lado de la calle, dejándola a un kilómetro de la terminal del AVE, raya en la tomadura de pelo.

7º) El Ayuntamiento dilapidará el único patrimonio municipal de suelo urbanizable importante de que dispone, utilizándolo para la obtención de unos terrenos destinados a infraestructuras que puede obtener en cualquier caso por cesión obligatoria y gratuita, perdiendo con ello la oportunidad de utilizarlo para la materialización de la política social de vivienda a la que está obligado.

XAL OESTEx Disponemos de espacio al oeste de la ciudad, ¡a sólo un kilómetro! de la solución que se acaba de adoptar (la longitud por ejemplo de la avenida de Alemania), un lugar donde se cruzan la meridiana Autovía de la Plata (A-66) con las futuras transversales, Trujillo-Valencia de Alcántara-Portugal (A-58) y la Cáceres-Badajoz (EX-A4), alternativa de la Autovía de Extremadura (A-5), es decir, un nudo de autovías procedentes y con destino de y a todas las direcciones posibles y a 500 metros del nuevo barrio en construcción del PIR del Junquillo.

Disponemos de espacio llano, amplio y sin condicionantes ecológicos, con todas las bendiciones técnicas para ubicar la nueva estación del AVE, con ejecución rápida, coste mínimo y liberando la ciudad de barreras y ruidos. Podríamos situar una moderna estación de autobuses que enlazara nuestros pueblos y ciudades con los medios de transporte de largo recorrido. Y existe al lado de todo esto una zona industrial, con terreno para su ampliación, que permitiría disponer de un centro logístico de primera magnitud con un sobresaliente atractivo para que muchas firmas nacionales y extranjeras se instalaran y ampliaran nuestro deficiente tejido industrial.

Y bien, dirán ustedes, si es tan bueno para la ciudad, ¿por qué no lo hacen? Esto mismo nos preguntamos nosotros y no encontramos respuestas razonables a esta pregunta.

La Fundación Cáceres Capital considera que ha cumplido su función al haber realizado estudios objetivos y fundamentados para ofrecer a Cáceres alternativas de futuro que permitan a nuestra ciudad seguir creciendo. A partir de ahí corresponde a nuestros representantes políticos tomar las decisiones oportunas, explicarlas exhaustivamente a la ciudadanía y responsabilizarse de sus consecuencias.