Estaba previsto que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Cáceres acogiera ayer el turno de declaraciones de las tres trabajadoras del centro de menores Julián Murillo que, junto a otra compañera, denunciaron el pasado mes de agosto presuntas anomalías en el trato a los menores en el centro. Las declaraciones no pudieron llevarse a cabo por baja médica del magistrado titular del juzgado, Federico Alba. Fuentes de los juzgados señalaron que hoy se nombrará con toda seguridad un juez sustituto y que es probable que el mismo no tarde mucho en citar de nuevo a las denunciantes para que presten declaración.

El pasado lunes ya declaró una de las cuatro trabajadoras que denunciaron los presuntos hechos, una cuidadora, y se ratificó en su declaración anterior. Ese mismo día declaró también, en calidad de imputado, el director del centro, Alejandro Campos, que negó que en los tres años que lleva en el cargo --antes era subdirector-- alguien hubiera puesto en su conocimiento alguna anomalía en la atención a los pequeños.