La juez titular del Juzgado número 3 de Cáceres, que lleva el caso del matrimonio que el pasado miércoles apareció muerto en su casa de la capital cacereña, decreta prisión incondicional para la asistenta y el chofer de las víctimas, detenidos como supuestos autores del crimen. Ambos llevaban un tiempo trabajando para la familia; de hecho, la mujer era considerada por los fallecidos como una hija. Sin embargo, en la última semana la habían echado de casa, por lo que, las hipótesis de la investigación señalan que éste sería el móvil de la empleada, según informa la agencia Europa Press.

La investigaciones llevaron a la conclusión de que el asesino se encontraba en el entorno de la familia, ya que nada en la vivienda parecía revuelto ni la cerradura estaba forzada. Así, la policía acabó sospechando de los empleados, en concreto de la asistenta, Ángela, una brasileña de 40 años que el matrimonio se había traído desde Plasencia, localidad en la que vivió hace algo más de un mes, y Rafael S. G., cacereño de 35 años, boxeador amateur, que era el hombre de confianza del matrimonio y al que varias fuentes señalan como su chófer y guardaespaldas.