Los padres de un niño de 3 años matriculado en el colegio público Francisco de Aldana han denunciado ante el Defensor del Pueblo la supuesta discriminación y desatención que su hijo ha padecido durante este curso escolar por renunciar a la clase de Religión, el único alumno del centro que no cursaba esta asignatura.

Los padres, José Saavedra y Yolanda Escalante, aseguran que se han visto obligados a cambiar de colegio a su hijo el próximo curso ante la falta de solución al problema por parte de la Dirección Provincial de Educación, ya que no se garantiza una actividad alternativa a esta asignatura para el niño y una educación laica como exigen ellos, por lo que entienden que con esa actitud se "vulneran" sus derechos fundamentales.

El Defensor del Pueblo ha admitido a trámite la queja de estos padres cacereños y abrirá una investigación para esclarecer el caso. De momento, el director provincial, Enrique García, en declaraciones a este diario ha negado que se discriminara al pequeño por esta circunstancia y que durante la hora lectiva de Religión el niño asistía fuera del aula a otras actividades, que no supo precisar porque "las fija cada centro". En su opinión, el conflicto ha surgido por la "intransigencia de la familia".

ACTIVIDAD ALTERNATIVA El problema comenzó con el inicio del curso. Los padres preguntaron al centro quién se encargaría de su hijo durante la hora semanal de religión y qué actividades se desarrollarían con él. Al ser el único alumno en esta situación, el centro no lo tenía claro en un principio. Finalmente se decidió que fuera la tutora del niño quien se encargara de este cometido e inicialmente se estipuló con los padres que se reforzaría en esa hora la pronunciación del pequeño, ya que tenía algunos problemas en este aspecto.

Sin embargo, estas tareas no se llevaron a cabo y al niño únicamente, según la versión de los padres basada en la información que les daba su hijo, se le sacaba de clase y se le dejaba sin hacer nada. "El niño se sentía castigado", afirma la madre.

Ante esa situación, los padres pidieron varias veces verbalmente y por escrito a la tutora, al centro, a la inspección, a la dirección provincial y a otros órganos de Educación que se fijara una actividad alternativa para el pequeño durante esa hora semanal. Durante una baja de varios meses de la tutora del alumno, el director provincial dice que por la presión de esta familia, el niño sí realizó tareas alternativas a la Religión, desde informática, juegos o le leían cuentos, entre otras actividades.

EL BELEN Y LOS REYES MAGOS Al mismo tiempo, los padres detectaron que en horario lectivo se impartían contenidos exclusivos de la religión católica e incluso el material escolar incluía fichas sobre el tema no siendo de la asignatura en cuestión. "Es un colegio público y como tal entendemos que debe atender a la diversidad y pluralidad cultural y religiosa. La maestra nos decía que se trata de tradición popular, pero si solo se atiende a la tradición católica se está discriminando al resto de las opciones. Mi hijo llegó a casa sabiendo todo el rito del belén, los reyes magos y la Navidad desde un enfoque exclusivamente católico. Lo estaban adoctrinando", explica Yolanda Escalante. "No podéis ir contracorriente, nos decían", añade.

El director provincial rechaza en cambio la acusación de adoctrinamiento en el centro y califica de "manifestación cultural" los hechos relacionados con la religión denunciados por esta familia. "No dicen la verdad y cuentan su versión. Han demostrado una intransigencia absoluta", afirma en referencia a los padres del menor con los que, dice, se ha tratado de mediar. De hecho, asegura que se está pendiente que los reciba el director general de Política Educativa.

Enrique García reconoce que es un caso poco usual --el único que se ha dado este curso en la ciudad-- porque la mayoría de los padres optan por "integrar al niño con el resto del aula y no sacarle de clase en Religión".

Finalmente, la pareja ha optado por sacar a su hijo del colegio y matricularlo en otro público. "Hemos vivido una situación insostenible, incluso nos han enfrentado con el resto de padres porque les decían que nosotros queríamos quitarles sus ritos y costumbres", lamenta la madre.

"Después de 8 meses reivindicando una educación laica para nuestro hijo, la dirección provincial no nos ha dado respuesta y nos hemos visto obligados a cambiar al niño de centro. No podíamos seguir otro año así. Nosotros respetamos todas las ideologías, solo queríamos que respetaran la nuestra", concluye el padre, José Saavedra.