Sergio Chico se puso su primer cigarrillo en la boca a los 13 años y cuando llegó a la Universidad estaba ya "dominado" por sus ducados rubios . Ahora, gracias a una asignatura práctica de otros compañeros de la escuela de Enfermería, se está por fin desenganchando. El es uno de los catorce alumnos del centro que sirven de conejillos de india para otros cinco alumnos de segundo curso que llevan a cabo una peculiar campaña antitabaco, con programa de autoayuda incluido, como parte de su asignatura de Enfermería Comunitaria.

"Se trata de practicar con el ejemplo", explica Esperanza Santano, una de las alumnas del equipo que desarrolla la campaña. Ser profesional sanitario y fumador son conceptos antagónicos, así es que dentro de las propuestas de prácticas de clase eligieron desarrollar un proyecto en el propio centro para invitar a dejar el tabaco.

Así nació A dejar de fumar. ¡Me apunto! , una campaña hecha por y para los estudiantes de Enfermería. Han estampado este y otros lemas en carteles y empapelado la escuela con ellos, han elaborado dípticos y camisetas, han realizado encuestas entre sus compañeros y hasta han montado un vídeo con los daños del tabaco que exhiben en descansos de clase en las pantallas de los pasillos.

Ahora el proyecto ha entrado en la fase de intervención y 14 alumnos que se apuntaron al programa de autoayuda para dejar de fumar acuden dos veces por semana a una especie de terapia de grupo y charlas en las que intentan superar el hábito del tabaco. Unos ya han logrado su primera semana de abstinencia. Es el caso de Sonia de Matos, una de las responsables también del proyecto. Sergio Chico, sin embargo, sólo ha conseguido bajar el consumo al 50%. "Pero espero conseguir dejarlo del todo", dice optimista.

En el propio grupo de alumnos que dirige la campaña, hay exfumadores, como Esperanza Santano, por eso reconoce "el esfuerzo" de sus compañeros. "Hay muchas dificultades porque son jóvenes, tienen muy asociado el tabaco con los amigos, así es que es más difícil", explica Santano. Por eso tuvieron que diseñar una campaña especial para jóvenes. "En positivo" y haciendo hincapié en aspectos que pudieran interesar a este colectivo, como el mal aliento, los daños en la piel...

Julián Calderón, profesor de Enfermería Comunitaria y tutor de esta práctica, elogia el trabajo que desarrollan y las ganas con las que han abordado el proyecto. Será a él a quien le corresponda la evaluación final de la iniciativa, pero a ellos apenas ya le importa la nota. El resultado que más desean es que alguno de sus compañeros dejen de fumar.