Hartos de lo que califican como "trasiego habitual de toxicómanos" en el edificio, a horas intempestivas, y de los daños ocasionados por alguno de ellos en el mobiliario común, los vecinos del número 2 de San Vicente de Paúl han denunciado la existencia de un presunto narcopiso en su bloque, regentado por una mujer. Por ello, exigen a la policía y a la justicia que actúen para erradicar este punto de venta de droga en el centro de la ciudad y se desaloje a la supuesta traficante, según explicó a este diario un portavoz de la comunidad, Zacarías Estévez.

La Brigada de Estupefacientes de la Policía Nacional ya detuvo en abril a la presunta traficante, de 39 años, con cocaína y heroína en su piso, además de algunos útiles para la preparación de dosis. Tras el arresto, la mujer permaneció un mes en prisión preventiva. En mayo salió en libertad y está pendiente de juicio. El juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 instruye las diligencias.

ACTUACION POLICIAL Los vecinos se quejan de que, tras salir de prisión, "ha vuelto a las andadas" y la comunidad sufre los mismos problemas que antes. "De madrugada hay un jaleo tremendo en el piso y no puedes dormir. La gente que sube al piso llama a todas las puertas. Nos han hecho un montón de destrozos, nos han quemado los contadores de agua, por ejemplo, y tenemos miedo", asegura Estévez.

Además de la detención anterior, la Policía Nacional tiene indicios de la presunta venta de droga en la vivienda y es conocedora de la situación que padecen el resto de los vecinos, aunque su capacidad de actuación es limitada. El motivo es que este tipo de vendedores al menudeo suelen tener poca cantidad de sustancia en el domicilio y los compradores acostumbran a consumir la droga en la misma vivienda para evitar que se les incaute, por lo que demostrar el tráfico ilícito es muy complicado, según apuntaron fuentes policiales.

Así, aunque se volviera a practicar un arresto, las escasas cantidades intervenidas, si es que las hubiera, solo supondrían una corta estancia en prisión. De ahí que los vecinos, que han recurrido incluso al Defensor del Pueblo, reclamen el desalojo de la presunta traficante.