Un grupo de cinco militares denunció la madrugada del jueves a la discoteca Cameron por impedirle el acceso debido a su profesión. Así lo explica el parte de la policía local, que tuvo que personarse en el lugar de los hechos a las 02.15 horas ante el requerimiento de los militares, que querían denunciar lo ocurrido.

Según la policía, los jóvenes habían pretendido entrar en la discoteca y el portero les había dicho que no podían pasar por ser militares. Los agentes se pusieron en contacto con uno de los porteros, quien, según la policía, les confirmó lo sucedido "indicando que tenían ordenes de sus jefes". Los afectados, que finalmente no pudieron acceder al local, pusieron una reclamación al establecimiento por lo sucedido, entregando una copia a la policía local. Después se marcharon de la zona de copas.

Este diario se puso ayer en contacto con los responsables de la discoteca Cameron, que declinaron hacer ninguna declaración al respecto: "No queremos decir nada porque es un hecho que no tiene ninguna importancia ni trascendencia", dijo exactamente Sergio Martínez, uno de los dueños.

No es la primera vez que se critica al establecimiento. La última vez fue en diciembre del 2009, cuando Juventudes del PSOE y Mujeres Progresistas calificaron de "machista y denigrante" la celebración de una fiesta en la que se premiaba a la chica que llevara la falda más corta. Dicha celebración coincidió, además, con el Día Internacional contra la Violencia de Género.