Los padres de una niña de dos años y medio acusan al alcalde de Navezuelas de "vetar" a su pequeña en la guardería del municipio.

Magdalena Sánchez y su esposo, Francisco López, se vieron sorprendidos hace unos días por la carta que recibieron del ayuntamiento informándoles que su hija Paula no había sido admitida en el taller infantil de la localidad. "Es increible que a mitad de curso, y llevando mi hija desde que tenía un año en este centro infantil municipal, de la noche a la mañana se la deje en la calle", señaló su madre.

Los padres de Paula indicaron ayer a este diario que este centro infantil dependiente del ayuntamiento estuvo a punto de cerrar en el 2004 por falta de niños, "pero gracias a que con nuestra hija eran ya tres se mantuvo abierto". Desde entonces, aseguraron, la pequeña ha estado sin problemas en él, hasta ahora, cuando después de un mes cerrado porque se le acabó el contrato a la cuidadora y tenía que convocarse de nuevo la plaza, el alcalde les comunicó que no podía volver. "No estábamos de acuerdo y le enviamos un escrito indicándole que nuestra hija se incorporaría el 10 de abril, fecha de reapertura del taller infantil".

Así lo hicieron, pero cuando a las diez de la mañana Magdalena llegó al centro con su hija el alcalde la esperaba y le indicó que no podía entrar. Ella se negó a irse y se requirió la presencia de la Guardia Civil, ante lo cual Magdalena se marchó directamente al Juzgado de Logrosán, donde denunció lo ocurrido.

El alcalde de Navezuelas, Ladislao Cerezo, aseguró a EL PERIODICO que nadie está vetando a esta niña. "Simplemente no hay plazas y los padres no cumplen todos los requisitos exigidos para entrar, pues ninguno de los dos trabaja en el pueblo".

ENFRENTADOS Para los padres de la pequeña estas justificaciones del alcalde no son válidas. "Nosotros vivimos en Navezuelas y estamos empadronados aquí, aunque por circunstancias trabajemos en pueblos próximos, mi marido en Berzocana y yo en Cabañas del Caudillo". Además, añadió Magdalena Sánchez, "nunca nos han exigido trabajar aquí para que nuestra hija estuviera en el taller infantil, por lo que no es de justicia que después de dos años en él la dejen en la calle, a mitad de curso y cuando además Paula en septiembre ya irá al colegio".

Pero el alcalde insiste en que las circunstancias han cambiado. "Hace unos años eran pocos niños, pero ahora tenemos más de doce en lista de espera y con una cuidadora sólo se pueden admitir a siete u ocho, por lo que para poder hacer una selección justa hemos tenido que exigir unos requisitos mínimos, como estar empadronados en el municipio y trabajar en él, algo que estos padres no cumplen".

Para Magdalena Sánchez y Francisco López lo que está ocurriendo es algo personal. "Nosotros nunca hemos tenido problemas con el alcalde, pero sí algunos familiares, y creemos que lo está pagando con nuestra hija, algo impresentable". Y también Ladislao Cerezo ve en la actitud de este matrimonio una "represalia por la inhabilitación del hermano de ella", concejal del PSOE. "Quieren crear polémica como venganza política".