Las denuncias por la clonación de tarjetas ocurrida en Cáceres esta semana se elevan ya a 46, según confirmaron ayer a este diario fuentes del Cuerpo Nacional de Policía. La mayor parte de las tarjetas que se han copiado corresponden a usuarios del Banco de Santander, aunque en la comisaría se ha avanzado que puede que la estafa haya afectado también a clientes de otras entidades bancarias.

Las mismas fuentes indicaron que es posible que la falsificación de los plásticos se realizara hace un mes y que las transacciones se hayan efectuado posteriormente (la mayoría este fin de semana y todas ellas en Madrid). Los gastos se elevan, en casi todos los casos, a 1.000 euros por persona estafada.

El mecanismo que podría haberse usado para la clonación de las tarjetas es un sistema de lectura de banda magnética a través de la instalación de microcámaras que captan el número secreto o la colocación de pantallas superpuestas en el cajero.

Todo apunta a que los autores de estos hechos forman parte de una red organizada con ramificaciones internacionales. Las primeras denuncias se formularon el pasado lunes y ayer continuaban llegando a la comisaría.

La clonación de plásticos es una táctica habitual en nuestro país. De hecho, estudios realizados por aseguradoras apuntan que la mayor parte de los casos de fraude en bancos son debidos a la falsificación de tarjetas.