Las dos estaciones depuradoras de la cuenca oeste de la ciudad que siguen operativas dejarán de tratar agua residual. Ambas dan servicio a unos 10.000 vecinos y llevan doce años con un funcionamiento irregular. El agua que vierten tras su tratamiento a los arroyos Tallón y Junquillo incumple con los límites máximos en la emisión de sólidos en suspensión y en otros parámetros de contaminación. La conclusión en muchos de los análisis semanales que se realizan de muestras es que se superan los límites permitidos, sobre todo en la estación de la carretera de Malpartida, que es la que da servicio a más población. La otra instalación está en Capellanías.

La eliminación de estas instalaciones para tratar aguas residuales no será a corto plazo, pero sí se dejarán de utilizar cuando se haga la nueva depuradora general, que estará junto a la actual, al lado de la Ribera, instalación en la que en alguna ocasión también se han superado límites permitidos, según el análisis de las muestras recogidas.

La alcaldesa, Elena Nevado, y la edil de Medio Ambiente, María Teresa González, anunciaron ayer el acuerdo alcanzado con el Ministerio de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Tajo para acometer la nueva depuradora general en un horizonte de cinco años. Nevado recordó que en los presupuestos generales del Estado para 2015 ya hay una partida de 4,2 millones, repartidos en tres anualidades, para acometer el estudio y análisis inicial para la solución a la depuración de aguas residuales en la ciudad.

El objeto de este estudio o plan de actuación es redactar con alcance de anteproyecto la solución óptima de las obras a acometer en los emisarios generales de la red de depuración, con la definición de nuevos tramos necesarios, remodelaciones (como la eliminación de colectores en superficie en la Ribera) o ampliaciones, así como la infraestructura hidráulica auxiliar.

Tras esta primera fase o plan de actuación, en una segunda se acometería la obra con un presupuesto de "unos 50 millones de euros". Nevado añadió que será una obra de "interés general" que "no se repercutirá en el bolsillo de los cacereños por vía de un canon".

González confirmó que el agua residual seguirá llegando a las dos estaciones de la cuenca oeste, pero que desde allí se bombeará a la nueva depuradora general, que es donde se tratará el agua.

PORTAJE Nevado reiteró que para el gobierno local el abastecimiento de agua a Cáceres desde Portaje "no es solución" y que se sigue trabajando para que su coste no repercuta en la tasa que pagan los usuarios en Cáceres. La regidora añadió que la construcción de la conducción no está descartada, pero que tampoco hay "nada definitivo".