Llevaba cuatro centurias junto a la puerta de Mérida, y desde los años 70 presidía el centro de la plaza de Santa Clara, pero el antiguo crucero de granito al que siglo tras siglo se han encomendado los caminantes fue derribado en la madrugada del viernes al sábado, y la mayor parte de la estructura quedó tirado por el suelo. La policía local recogió por la mañana las partes afectadas y desde entonces las custodia en la jefatura. De momento se desconoce la autoría, aunque se barajan principalmente dos posibilidades: vandalismo o acción antirreligiosa.

Así lo consideran tanto el concejal de Seguridad, Carlos Jurado, como el responsable de la policía local, Emeterio Corchado, si bien afirman que no hay indicios para decantarse por una u otra hipótesis, al haberse producido durante la madrugada. Además, la zona no tiene cámaras que ayuden a clarificar lo sucedido. Los vecinos consultados por este diario afirman que en la plaza de Santa Clara se vienen produciendo botellones . "Los jóvenes aprovechan los bancales para divertirse por la noche, se juntan y beben. Parece ser que esa madrugada hubo jaleo", declaró ayer un residente de la calle San Ildefonso. "Nos ha indignado a todos, era un símbolo, un referente del barrio, siempre ha estado ahí", comentó otro vecino.

"Esto excede de una gamberrada, nos cuesta creer que los jóvenes la hayan emprendido a patadas con una cruz. No encaja. Ya habría ocurrido antes algo parecido", argumenta el edil. "Podría ser más bien una agresión antirreligiosa con motivo de la visita del Papa o similar. Pero es una impresión muy personal, se está investigando", indica Carlos Jurado, condenando tajantemente este tipo de acciones. Emeterio Corchado comparte la misma impresión. "En esa zona el botellón es casi nulo, estamos siempre sobre ello, los agentes patrullan continuamente. Pero en cualquier caso creo que los chavales no derriban precisamente una cruz", señala el jefe policial.

El ayuntamiento no ha descrito el estado exacto en el que se encuentra el crucero ni ha creído conveniente que se fotografíe para evitar efectos no deseados. Hoy mismo será revisado por los técnicos para determinar cuándo y cómo se restituye al centro de la plaza de Santa Clara, donde ahora sólo queda el pedestal y parte del fuste cilíndrico (algo menos de un tercio). El agresor dejó por los suelos el resto del fuste, el capitel y la cruz.

Según los historiadores consultados por este diario, el crucero debió levantarse entre finales del siglo XVI y el XVII, siguiendo el proceso de cristianización iniciado en la Edad Media. Este en concreto se situaba junto a la Puerta de Mérida, una de las principales entradas a Cáceres, la del sur, pero había más y aún se conservan algunos "en el Humilladero, en Santiago y el de San Blas, antes en San Juan", explica José Manuel Martín Cisneros. Constituían un pequeño lugar de culto al que se encomendaban los caminantes antes de iniciar su marcha, y donde daban gracias al llegar a la villa.

"Este crucero se trasladó al centro de la plaza cuando fue reformada hace unas décadas. El lugar se conocía como potro de Santa Clara , allí trabajaba un herrador", precisa Martín Cisneros.

Se trata del tercer ataque contra el patrimonio en pocas semanas. Previamente han aparecido con pintadas la estatua de Hernán Cortés y las esculturas del Parque del Príncipe.