La Concejalía de Tráfico desactivó ayer más de 200 de las 700 tarjetas de acceso de vehículos a la ciudad monumental que hasta ahora habían sido expedidas por el ayuntamiento. La medida, aunque anunciada por el concejal Santos Parra en diversos artículos de prensa, cogió por sorpresa a numerosos vecinos, que lamentaron la falta de información y que hablaron incluso de "imprevisión" por parte del consistorio puesto que, a su juicio, debería haberse informado de la puesta en marcha de esta iniciativa con al menos un día de antelación y de forma personalizada. De hecho, ayer hubo desconcierto entre los vecinos afectados cuando los agentes los derivaban hasta la jefatura para solucionar el problema con el que se encontraron sin esperarlo.

La medida adoptada responde al compromiso adquirido entre el equipo de gobierno y la asociación de vecinos para delimitar los accesos al recinto intramuros y evitar la picaresca y el uso abusivo de plásticos. Para ello, la concejalía ha iniciado un proceso de depuración limitando las condiciones de concesión de tarjetas y entregándolas solo a residentes (siempre que tengan certificado de residencia o empadronamiento que acredite que viven en la parte antigua), a vehículos de carga y descarga, a servicios de emergencia, y a taxistas. Aplicando estos baremos se cumplía el principal objetivo municipal: que a partir de ahora el número de autorizaciones no supere las 300.

Las mayoría de las más de 200 tarjetas desactivadas ayer no cumplen las condiciones marcadas por el ayuntamiento, según confirmó el edil, y por eso se dejaron inactivas. Pero para llegar a la barrera de las 300 aún quedan muchos plásticos por desactivar, algo que será inminente.

Parra se explicaEl edil explicó que la medida se aplicó ayer aprovechando que el martes se estropeó un bolardo de acceso en Santa Clara, lo que bloqueó el sistema general. La concejalía estimó que ante esta tesitura se estaba en el momento idóneo para desactivar las tarjetas. Respecto a la falta de información, el concejal de Tráfico insistió en que desde hace varios años se llevaba comentando en prensa la decisión municipal e incluso recordó que a principios de legislatura él mismo remitió una carta a los vecinos informándoles de la medida e instándoles a que comprobaran si cumplían con todos los requisitos que marca el ayuntamiento para disponer de un permiso.

Igualmente señaló que cualquier vecino que crea tener derecho a la tarjeta puede acudir a la jefatura policial (junto a Renfe) donde se le informará del trámite a seguir. Asimismo, apuntó que en caso de que algún plástico se haya desactivado por error se activará de la forma más rápida posible. Parra también comentó que si la tarjeta ha quedado inactiva porque falta documentación (véase certificado de residencia, por ejemplo), se repondrá cuando el usuario tenga los papeles en regla.

Parra reconoció, finalmente, que la entrega de tarjetas se había "desmadrado" y puso el ejemplo de cómo hace dos días contó "150 coches aparcados en varias calles de la parte antigua".

El presidente vecinal, Luis García, convino que con la decisión municipal se cumple un compromiso, aunque siguió sin estar de acuerdo en la concesión de tarjetas a los taxistas puesto que, según comentó, muchos usan la parte antigua para acortar su itinerario. García dijo que el ayuntamiento debió avisar con tiempo de la medida. "No sé por qué habrán cogido el 14 de febrero, no sé si será porque es el Día de los Enamorados y la gente está como más tranquila", ironizó.