Los grupos políticos dejaron ayer sobre la mesa la propuesta de modificación del Reglamento Orgánico Municipal que permitirá la participación de los ciudadanos en los plenos de la corporación con la formulación de preguntas. Aspectos en principio formales impidió al PP, PSOE e IU ponerse de acuerdo para sacar adelante el proyecto, surgido por iniciativa de Izquierda Unida.

La propuesta aparcada ayer prevé establecer al final del pleno un turno de ruegos y preguntas de los vecinos que asistan. La intervención se solicitaría por escrito con 48 horas de antelación e informando del tema a tratar. Habría un máximo de 6 intervinientes, a los que se les concedería 5 minutos para hablar.

El presidente de la comisión, Luis Martín Buenadicha, informó tras la comisión que la disensión había surgido entre PSOE e IU por la forma de participación a los colectivos y el tiempo que se les otorgaría. "Debe aprobarse por unanimidad, por eso se ha decidido dejar sobre la mesa. Se volverá a llevar a la próxima comisión", explicó Martín Buenadicha.

Uno de los representantes del PSOE en la comisión, el concejal Carlos Jurado, negó que ese hubiera sido la causa de la falta de acuerdo y valoró que la propuesta del PP "incumple lo que se acordó en su día en el pleno". Jurado se refirió a que en la propuesta se especifica que los ciudadanos podrán intervenir "terminada la sesión del pleno" --dice textualmente--. "Eso no es participar en el pleno si éste ya ha terminado". El concejal de IU, Santiago Pavón, consideró por su parte que "no hay voluntad real" de dar voz a los ciudadanos y por eso se retrasa.