A las diez de la mañana del día 29 y en el 3 de la calle Hernán Cortés de la entidad local de Valdesalor. A esa hora y en ese sitio se deberá entregar al Ayuntamiento de Cáceres y por orden judicial la casa que Nicolasa Rodríguez, de 76 años, ocupa desde 2001, año del contrato de arrendamiento. "Se intentó comprar, dijeron que no, que se necesita para dotar de locales al ayuntamiento --de la entidad local--, pero aquí hay muchos locales vacíos, no necesitan la casa", asegura Juan Francisco Del Sol, nieto de Nicolasa y que reside en la casa. Su abuela tiene plaza en la residencia asistida de Cáceres.

La familia de Nicolasa considera que se ha adoptado una decisión arbitraria y que no se les ha dado la oportunidad de comprar la casa, donde residía Nicolasa antes de 2001, cuando se firmó el arrendamiento, un contrato que acabó en febrero de 2009 y que no se renovó.

"Ella está en esta casa desde 1981, en las vacaciones y fines de semana regresa a Valdesalor", afirma su nieto, que denuncia que se haya llegado a esta situación cuando el informe de Asuntos Sociales era favorable a que su abuela siguiese en la casa.

Del Sol asegura que lo ocurrido se debe al informe que presentó el alcalde de la entidad local, Carlos Pérez, que se opuso a la venta de la casa. Pérez argumentó que la vivienda, que linda con el ayuntamiento de Valdesalor, se necesita para ampliar los servicios que se prestan.

Frente a este argumento, Del Sol contrapone el informe que el instituto de Asuntos Sociales elaboró en abril de 2008, cuando el Ayuntamiento de Cáceres tenía que decidir si vendía o no la casa a Nicolasa, en ese informe se dice que tiene plaza en la residencia asistida desde 2005, que la mejoría de su estado de salud le permite, con apoyo de sus hijos, regresar a su domicilio en Valdesalor, al que acude con frecuencia, por lo que se considera que si tuviera que dejar la casa sería desvinculada de su entorno.

El expediente y el pleno

Ese informe del Imas, junto a otros, como el presentado por el alcalde de Valdesalor, formaron parte del expediente que se tramitó para decidir si se aceptaba la petición de compra presentada en diciembre de 2007. En su informe, Pérez argumenta que la entidad local carece de locales para desarrollar sus actividades y prestar servicios y que la inquilina estaba ingresada en la residencia asistida, donde tiene una plaza fija. Su informe es de febrero del 2008. Al final, el pleno de la corporación local de Cáceres decidió en junio de 2008 no aceptar la petición de compra. El acuerdo se tomó con 13 de los 12 votos, el PP fue el único que se opuso a desestimar la oferta de compra.

Pérez aseguró ayer que si Nicolasa hubiese seguido residiendo en la casa no hubiese puesto objeciones a la oferta de compra, insistió en que la casa se necesita para dotar de más servicios a la entidad local de Valdesalor y que la inquilina "no queda en una situación de desamparo". Aseguró que la oferta de compra no se hace para Nicolasa, sino para su nieto, y que la venta no puede hacerse directamente, sino en subasta. Del Sol recordó que su abuela, como inquilina, tiene derecho de tanteo y que lo que no quiere el alcalde "es que yo adquiera derechos sobre la casa".

Esta casa formó parte de un paquete de cinco viviendas que el Ayuntamiento de Cáceres enajenaba. Nicolasa declinó inicialmente participar. Las otras cuatro salieron a subasta en abril de 2007 y tras un largo proceso se ha negociado con sus inquilinos. Nicolasa se sumó en diciembre de 2007, pero en su caso se acabó en el juzgado.