La planta baja del centro de salud de la Zona Norte, en la avenida de Hernán Cortés, tuvo que ser ayer desalojado como medida de precaución por la gran humareda que generó un problema de combustión de la caldera del bloque de viviendas anexo, en el número 1.

El incidente se produjo cuando un técnico, que trataba de reparar la caldera, intentó volverla a poner en funcionamiento, según contó el portero del edificio. "Se vio como una llama y enseguida empezó a salir mucho humo", explicó. El técnico de la calefacción tuvo que ser trasladado en ambulancia a un centro hospitalario por problemas respiratorios. Se le diagnosticó una intoxicación leve por monóxido de carbono y estaba previsto darle de alta, según informó el Servicio Extremeño de Salud.

El humo se filtró rápidamente a la tienda de muebles Tajo situada en los bajos del edificio y en la planta baja del ambulatorio, lo que motivó su desalojo para evitar que alguno de los pacientes que esperaban en la consulta resultaran intoxicados por el humo.

Al lugar se trasladaron dos dotaciones de la policía local y una de los bomberos, que procedieron a extraer el humo de las dependencias afectadas y a controlar su emisión por la chimenea de la calefacción.