Un matrimonio y su hijo de tres años han tenido que ser desalojados de su vivienda de la calle Margallo por peligro de derrumbe. Agentes de la policía local procedieron al desalojo de la vivienda, el inmueble número 18 de dicha calle, el pasado viernes en cumplimiento de una resolución de alcaldía y tras recibirse un informe del área de disciplina urbanística que advertía del deterioro del forjado. El informe urbanístico en el que se basó la resolución de la alcaldía planteaba "serias deficiencias" en dos de las habitaciones que aconsejaban el desalojo inmediato, informa Efe.

El concejal delegado de Obras, Joaquín Rumbo, que esta misma mañana girará una visita a la vivienda afectada acompañado por los técnicos, confirmó ayer a EL PERIODICO que la policía procedió al desalojo de esta familia "por recomendación de los técnicos, pues el peligro de derrumbe es serio". Sobre el estado de la vivienda concretó que algunas de las vigas del forjado, que son de madera, se han roto; se han abierto grietas importantes en algunas zonas; y también hay filtraciones de agua.

En principio, los técnicos de Disciplina Urbanística piensan que los daños pueden ser consecuencia de las obras de demolición del antiguo edificio del colegio San Antonio, algo que la empresa, Construcciones Abreu, niega, "por lo que se hará el oportuno estudio para determinarlas", indicó Rumbo.

Mientras tanto, los ocupantes de la vivienda, que se encuentran desde el viernes realojados por el ayuntamiento en un hostal, al carecer de recursos económicos para afrontar la situación, se entrevistaron ayer con la concejala de Asuntos Sociales, Basilia Pizarro. "Nos ha dicho que nos incluirán en la lista para darnos una vivienda social y provisionalmente nos pagarán un mes de alquiler".