Agentes de Policía Nacional de la comisaría provincial de Cáceres detuvieron el pasado viernes a nueve personas por su presunta autoría de un delito contra la salud pública, concretamente por tráfico de sustancias estupefacientes.

La investigación comenzó tras tener conocimiento los agentes policiales de la existencia de un grupo organizado dedicado a la distribución de cocaína en la capital cacereña. Así las cosas la operación ha concluido con la detención de nueve miembros de una banda, de nacionalidad española y sudamericana. Los agentes comprobaron, además, que parte de los detenidos ejercían labores de trasporte de la droga desde Madrid hasta Cáceres, y el resto se encargaba de su venta y distribución.

Se han llevado a cabo ocho registros en domicilios. En ellos los agentes se han incautado de 212 gramos de cocaína, sustancia de corte para mezclar con la misma, varios vehículos, teléfonos móviles, útiles para manipulación de la droga, una pistola de aire comprimido y 2.560 euros en efectivo.

En esta operación, llevada a cabo por agentes de la Policía Nacional de la comisaría provincial de Cáceres, han colaborado agentes del cuerpo de policía local de Cáceres y su Unidad Canina. Los detenidos han sido puestos a disposición de la autoridad judicial quien decretó el ingreso en prisión de dos de los arrestados y la libertad con cargos del resto. Desde la Policía Nacional no se ofrecieron ayer más datos sobre el caso. Solo que los imputados pertenecían a una banda aunque no eran familiares entre sí y que distribuían la droga en la ciudad de Cáceres, descartándose por el momento que lo hicieran fuera de la capital.

DETENIDO POR ERROR En uno de los arrestos que se llevó a cabo por este caso, los agentes accedieron al interior de un domicilio equivocado, en el que residía un matrimonio. Ocurrió la madrugada del pasado viernes. Abrieron la puerta por la fuerza, despertaron a los inquilinos y esposaron al varón. A los pocos minutos los agentes se percataron de que se trataba del domicilio equivocado.

El fallo provenía de la administración de justicia, ya que en la orden de detención aparecía el número del piso equivocado, en realidad a quien iban a detener era a la persona que vivía en el piso de abajo. Todo quedó en un susto. Según fuentes policiales el afectado no ha presentado denuncia, aunque sí será recompensado económicamente por los daños ocasionados en la puerta.