Aniceto Búrdalo, oficial de segunda, perdió su empleo el 30 de enero tras veinte años en el sector de la construcción. Ayer estaba, junto a otros dos compañeros que se encuentran en su misma situación, en la calle Badalona, sede de las oficinas del Servicio Extremeño Público de Empleo (Sexpe) para comenzar a cobrar la prestación. "Esto se veía venir, la empresa no tenía trabajo", aseguraba Búrdalo, de 46 años, que lleva veinticinco cotizando a la Seguridad Social (antes trabajó en otros sectores) y que es la primera vez que está en esta situación, aunque ayer era optimista: "De aquí a dos años algo encontraremos".

Ese optimismo contrastaba con la desesperación de Javier Carrera, de 37 años y que tiene a dos menores a su cargo, de 15 y 4 años. Carrera perdió su empleo a finales del pasado año y ahora cobra un subsidio de 413 euros "con el que no me llega ni para la hipoteca", subrayaba, "mi situación es desesperada, tengo que solicitar ayuda a mi madre y a mi suegra". Ayer acudió a las oficinas del Sexpe para enterarse de qué condiciones tiene que reunir para optar a una de las sesenta plazas que el ayuntamiento convocará con cargo al fondo regional de cooperación municipal.

Javier Borrella, de 29 años, también cobrará un subsidio, la prestación por desempleo se ha terminado y ahora depende de los 420 euros que le acaban de conceder por un periodo de dos años al tener la custodia compartida de su hija de 5 años. "Mi madre nos está manteniendo a mí y a mi hija hasta que yo cobre el subsidio y eso que ella solo recibe una paga de unos 300 euros", afirmaba Borrella, quien hasta el pasado mayo trabajaba como oficial de albañilería en una empresa subcontratada por Iberdrola. Sus perspectivas de futuro son "regulares", aseguraba, aunque desde mayo no encuentra nada, "y eso que estoy buscando por todos los lados". Su esperanza ahora son los 500 empleos que se proyectan crear por parte del ayuntamiento con cargo a los 16 millones del fondo estatal de inversión local.

A María Jesús Vega, de 41 años, se le acaba la prestación por desempleo este mismo mes. Su último trabajo fue de cajera en un supermercado y está sin empleo desde octubre, lo mismo que su hijo de 19 años, que está sin trabajar desde julio. No tiene más ingresos que lo que cobra ahora porque "ayuda extra, ninguna, solo lo que vaya saliendo". Sin embargo, confía en que la situación pueda mejorar, "aunque seamos dos en casa, y los dos estemos sin trabajo, yo soy optimista, toda la mañana --por ayer-- he estado echando currículums".

Soraya tiene 30 años y se quedó sin trabajo hace una semana. Estaba en una entidad bancaria haciendo una sustitución y ahora está pendiente de la resolución administrativa sobre cuántos meses le corresponden de prestación, ya que estuvo trabajando fuera de España, "y no sé si eso me lo van a contabilizar". Sus perspectivas de futuro "no son ni buenas ni malas", aunque considera que "la situación del trabajo en Cáceres es difícil".

Maite Cantero, de 27 años y estudiante, tampoco tiene perspectivas halagüeñas sobre su futuro laboral, "ni siquiera en las empresas de trabajo temporal te ofrecen un empleo". Ayer estaba en las oficinas del Sexpe para recabar información de los cursos y de las ayudas que puede recibir porque no tiene ingresos y vive sola.