Los niños saharauis que llegaron a Cáceres a principios de julio, dentro del programa Vacaciones en paz de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, no paran de realizar actividades culturales y lúdicas.

El 14 de agosto los 130 niños de la provincia disfrutarán de un día de convivencia en Casar de Cáceres, a la que asistirá el presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar. Este día los niños y sus familias degustarán una comida en la piscina, a la vez que disfrutarán de un divertido baño. Además, se expondrá una colección de fotografías, y habrá actuaciones musicales. Una de las actividades principales de este verano es la visita al parque natural de Monfragüe, en el que pasaron dos días en julio.

En la ciudad hay 22 niños saharuis, de entre 7 y 13 años. "Este año ha aumentado el número de niños acogidos en la ciudad", explica Antonio Hernández, presidente de la Asociación de Acogida de niños saharauis de Cáceres. Pero añade que son muy pocos. "En la provincia hay 130 niños, pero la cifra ideal sería de 200". Hernández cree necesaria las campañas de concienciación para incrementar el número de familias de acogida, sobre todo en las zonas rurales.

"Cuando los niños llegan a Cáceres están deseando ir a la piscina, les divierte mucho", afirma el presidente del colectivo. Este verano cinco chavales asisten a cursos desarrollados en el campus universitario, en los que participan en actividades de natación, juegos, y conviven con niños cacereños.

A finales de verano, los niños saharauis regresarán a su país, los días 30 y 31 de agosto, y el 1 de septiembre. Pero la asociación continuará el desarrollo de actividades para ayudar a los menores, como la caravana de alimentos , que se desarrolla entre septiembre y diciembre. La asociación proyecta para octubre un festival musical benéfico en el auditorio o en el complejo San Francisco.

Entre los objetivos de la asociación destaca la posibilidad de ofrecer a los niños el aprendizaje del castellano, una atención sanitaria especializada, y dar a conocer la difícil situación por la que atraviesan los menores en los campamentos de refugiados de Argelia.