Nadie da duros a pesetas. Esta es la máxima que el presidente de la asociación de consumidores Acuex, Santiago Márquez Broncano, recomienda a los usuarios para evitar estafas como las que se están registrando en los últimos meses. Alrededor de 25 cacereños han tenido que pagar cuantiosas facturas de teléfono al convertirse en víctimas de un engaño que ni siquiera pueden demostrar ante las compañías, puesto que son ellos mismos quienes han realizado las llamadas a través de los números 803, 806, 807 o 906.

La estafa se ha registrado en varios puntos del país. Todo comienza cuando el usuario recibe una llamada y al otro lado del teléfono alguien le comunica que ha ganado un viaje gratis. El afortunado solicita los detalles, pero el timador le ofrece amablemente un número donde le informarán. "Cuando la víctima llama, el interlocutor le pide sus datos y finge que tarda en comprobarlos por el volumen de trabajo. Le entretiene con preguntas y pausas que alargan la llamada hasta, al menos, 20 minutos. Finalmente el usuario pierde la paciencia o bien sospecha algo y decide colgar, pero el gasto está hecho y lo descubrirá en el recibo", explica el presidente.

Se trata de empresas ilegales que llegan a actuar con nombres de agencias que realmente existen, pero que desconocen tal engaño. Al final, la víctima no puede demostrar que le ofrecieron un viaje gratis por teléfono, que le entretuvieron durante varios minutos y que el regalo ni siquiera existía. "El consumidor no tiene ningún contrato, ningún papel que le ayude, ni siquiera el nombre del hotel al que supuestamente iba a acudir. Además, la llamada se ha realizado desde su propio teléfono", explica Santiago Márquez.

CONSEJOS Acuex ha recibido 25 quejas, pero el número de afectados puede ser superior. El colectivo recomienda al usuario que desconfíe de los regalos gratuitos, especialmente cuando deba realizar alguna llamada, y que siempre pida "toda la documentación por escrito". La estafa de los viajes está afectando a numerosos consumidores en los últimos meses, "pero también se ofrecen coches, abrigos y otros señuelos", señala Broncano.