El 2002 ha supuesto un ligero respiro en la curva ascendente que han experimentado los robos en viviendas durante los últimos tiempos. La capital cacereña registró un total de 118 sustracciones en inmuebles (casas, pisos, garajes, almacenes o patios), frente a las 150 denuncias presentadas en el 2001. La razón fundamental estriba en la detención de tres bandas colombianas cuando se disponían a actuar en Cáceres. De hecho, estos grupos son los responsables de la mayoría de los robos que se cometen en los domicilios, y se han convertido en auténticos expertos con un modus operandi propio y característico.

Según la información facilitada por la comisaría cacereña, las bandas colombianas residen en capitales de mayor envergadura como Madrid o Barcelona. Desde allí alquilan coches para desplazarse a municipios más pequeños, saquean varias casas en un mismo día y ponen tierra de por medio. "La policía nos avisa de inmediato si detecta su presencia en ciudades vecinas como Salamanca o Badajoz, porque pueden venir de camino a Cáceres para seguir robando. Nosotros también lo comunicamos", explican responsables de la comisaría.

LOS DISTRITOS MAS CASTIGADOS

La mayor parte de los robos se centran en zonas urbanas de nivel medio y alto: Nuevo Cáceres, Cabezarrubia, polígono R-66, Castellanos, La Mejostilla y avenida de Hernán Cortés. Los delincuentes colombianos ni siquiera pierden tiempo en vigilar las casas. No deambulan por las calles, simplemente llaman al portero automático y descubren los inmuebles que se encuentran solos, sin inquilinos en esos momentos. Prefieren los rellanos con todas las casas vacías para trabajar a sus anchas. No suelen robar en chalets: sus objetivos se centran en los bloques de pisos.

USAN PALANCAS Y BUSCAN JOYAS

Generalmente se esfuerzan por no dejar huellas. Entran en los domicilios utilizando palancas para forzar los marcos o las puertas y siempre buscan objetos de tamaño pequeño, ya que pueden transportarse fácilmente y permiten escapar con rapidez. "Les gustan las joyas. Van a buscarlas directamente porque tienen un gran valor y permiten un robo rápido, limpio", explica la policía.

En cualquier caso, las 118 sustracciones cometidas el pasado año en inmuebles de la capital cacereña se mantienen en porcentajes bajos respecto a otros puntos del país, según la comisaría. La ciudad, en general, registra un escaso nivel delictivo.