LA GUARDIA CIVIL detuvo el pasado 28 de julio a un individuo que tenía dispuestos para la venta un total de 38 relojes falsificados, un fraude que, de haberse llevado a cabo la venta, hubiera estado valorado en 17.000 euros. Por otra parte, el 4 de agosto, fue detenida una vecina de Valencia de Alcántara que presuntamente hurtó un teléfono móvil valorado en 500 euros.