La provincia cacereña incorporará en los próximos años hasta nueve radares fijos en sus principales carreteras, dada su situación de tránsito entre el norte y el sur del país, y entre Portugal y España. Así lo ha confirmado el nuevo jefe provincial de Tráfico, Juan Diego Ramírez, que explicó que estos controles se distribuirán por la geografía cacereña y se situarán en los puntos de mayor accidentalidad para intentar reducir los siniestros. La iniciativa forma parte de la campaña de radares fijos programada por la DGT en todo el país, en la que Cáceres tendrá un buen porcentaje. De momento ya dispone de dos de los 37 dispositivos instalados inicialmente.

Estos dos controles están situados en la A-5 (Autovía de Extremadura), en ambos sentidos, a la altura de la variante de Navalmoral. A partir de mañana dejarán de funcionar de forma provisional y comenzarán a emitir sanciones. Los siete restantes se incorporarán de forma paulatina hasta el 2009, y para el año que viene ya se han previsto cuatro. Las carreteras propuestas por la jefatura cacereña para su ubicación, según los índices de mortalidad, son la A-66 (Autovía de la Plata), Ex-109 (Coria-N-630), Ex-A-1 (Navalmoral-Plasencia), Nacional-521 (Trujillo-V. de Alcántara), Ex-206 (Cáceres-Miajadas) y Ex-100 (Cáceres-Badajoz). Los puntos no están decididos.

"Estos radares deben considerarse mecanismos amigos de los conductores, porque permiten detectar a quien incumple las normas y pone en peligro al resto", explica Juan Diego Ramírez. Los datos llegan directamente al Centro de Gestión del Tráfico en Madrid, que da parte a la jefatura provincial, encargada de tramitar las sanciones. Pero al mismo tiempo se mantendrán los radares dinámicos camuflados, que por ejemplo en la última campaña controlaron una media de 1.500 vehículos cada día por toda la red provincial.

MAÑANA, MAS CONTROL Precisamente, la jefatura provincial se sumará mañana a un nuevo dispositivo de control de velocidad en el país, que se prolongará hasta el próximo 14 de agosto para intentar paliar el exceso de algunos conductores al volante, una imprudencia que provoca el 23% de las muertes en carretera. "Está demostrado que las campañas disminuyen estos hábitos, son efectivas y reducen las infracciones. La gente pone más cuidado. Además, la DGT quiere hacer hincapié en los riesgos de la velocidad", señala Juan Diego Hernández. Esta iniciativa toma el relevo a los controles especiales de alcohol realizados entre los días 11 y 24 de julio.