Fue una jornada para aprender, respetar y convivir. Así se desarrolló ayer la doceava edición del Día del Árbol organizada por la Asociación de Amigos del Parque del Príncipe con la colaboración del ayuntamiento y de la Consejería de Medio Ambiente, que donó 2.000 plantones de árboles autóctonos (alisos, castaños, fresnos, robles, tilos o alcornoques) que los visitantes se llevaron encantados para aportar su grano de arena a la reforestación. «Vienen muchos padres con niños y así concienciamos a las futuras generaciones», explicó el secretario del colectivo, Matías Simón.

La jornada se hizo coincidir con la VI Concentración de Mascotas, una ocasión excepcional para sensibilizar sobre la convivencia armónica entre animales y personas. Por tanto no faltó nada en el Parque del Príncipe, ni siquiera una colosal barbacoa que hizo las delicias con panceta, champiñones, pimientos e interminables kilos de salchichas.

Uno de los mayores atractivos volvieron a ser las visitas guiadas a la Estufa Fría. Lorenzo Garrote, presidente de la asociación, se recreó en cada detalle ante el interés de los visitantes por este espacio único con numerosas especies, algunas de alto valor biológico. Los niños disfrutaron subiendo y bajando por las pasarelas de la selva húmeda de Cáceres.

Y es que el Parque del Príncipe «alberga una riqueza botánica impresionante y colecciones como el conjunto de quercus, entre los más importantes de Europa. Todo ello gracias a la implicación del personal de Parques y Jardines», subrayó Matías Simón.