Juan Manuel Trigoso, Juanma, como le llaman sus amigos, tiene 42 años. Hasta hace cuatro años trabajaba como instalador de sistemas de calefacción y refrigeración. También daba clases de su especialidad en los cursos formativos que el Sexpe programa para las personas que están sin trabajo. Un día, al volver desde Madrigalejo hacia su casa en Cáceres después de uno de esos cursos, tuvo un accidente de tráfico.

Desde entonces, y después de un duro proceso de recuperación que incluyó el ingreso en la clínica Guttman de Barcelona, tiene problemas de equilibrio para mantenerse en pie y no puede mover correctamente su brazo derecho. Normalmente se desplaza en silla de ruedas, aunque puede caminar "si tengo una persona al lado, porque así puedo mantener el equilibrio. Si la persona se aleja de mí, me caigo. Además, cuando me canso, también necesito apoyarme en alguien".

Otra vida

Juan Manuel vivía solo antes de su accidente. Ahora vive con sus padres y con sus hermanos. Entre todos le proporcionan la ayuda que necesita. Tuvo que dejar el piso en el que vivía e irse a uno nuevo "porque mi casa era un segundo sin ascensor y las puertas eran pequeñas para que pasara la silla".

Juanma tiene más autonomía que otras personas que han sufrido accidentes similares al suyo. Puede hacer por sí solo casi todas las tareas cotidianas como vestirse o comer. Necesita ayuda para la ducha. Aún así, su vida cambió radicalmente con aquel accidente de hace cuatro años. De ir a trabajar cada día en las instalaciones de climatización, de preparar y dar sus cursos en el Sexpe, ha pasado a desplazarse, también a diario, al centro que Cocemfe, la Federación de Asociaciones de Discapacitados Físicos, tiene en Cáceres. Antes de que una furgoneta adaptada le recoja cada mañana en la puerta de su casa y le lleve al centro, le gusta tomar un café y recordar con un amigo los tiempos en los que jugaba a fútbol.

Una vez en el centro de Cocemfe, hace un poco de rehabilitación, algo menos de una hora, y se relaciona con personas en situaciones similares a la suya.

Come en el mismo centro, en torno a las 14.00, y por la tarde, sobre las 17.00, vuelve a casa en el mismo vehículo junto a otros compañeros. Muchas tardes, un amigo suyo se acerca a su casa y salen juntos de paseo un par de horas. "O algo menos si me canso", dice.

Barreras

Las circunstancias con las que se encontró Juanma después de su accidente eran tan distintas a las que conocía que lo más duro, en su opinión, "es asumir la nueva situación. Asumir lo que te ha pasado". En primer término está lo más evidente: las limitaciones físicas y las barreras que supone el entorno para la nueva situación.

"Cuando estás normal no lo piensas, pero cuando dependes de la silla para desplazarte, todas las situaciones son problemáticas --comenta--. Un paso de peatones ya es un obstáculo que cuesta mucho superar. Muchos de ellos no están adaptados. Y los que están rebajados, a veces tampoco se han rebajado correctamente para que pueda pasar una silla de ruedas".

Juanma pone el dedo en la llaga en uno de los problemas. Incluso cuando se cumplen las normas, lo que no siempre sucede, no se cumplen para la finalidad con la que se crearon. "En algunos pisos nuevos, --dice-- ponen una rampa porque la ley dice que tiene que haberla, pero es una rampa que no se puede subir. En muchos casos por una pendiente excesiva".

Ayuda psicológica

Sin embargo, lo más difícil en opinión de Juanma es asumir la nueva situación. "El cambio de ser de una forma a estar discapacitado es muy complicado porque te vienes abajo", comenta. Cocemfe cuenta con psicólogos que intentan ayudar a estas personas a asumir su nueva situación.

En cuanto a la posibilidad de trabajar, Juanma todavía no se ha planteado qué hará en un futuro. Económicamente, al menos por el momento, no necesita ganar dinero para vivir porque la pensión que le quedó después del accidente es suficiente. Pero tampoco le permite pensar en un futuro muy lejano: "Para mí es suficiente, pero para plantearte vivir con otra persona más adelante, es complicado".

Tiene interés por el mundo de la informática, pero todavía no sabe cómo canalizar ese interés. "Me gustaría poder ayudar a personas que están en una situación como la mía. Eso es lo que me gustaría hacer", dice.