Una mujer de 96 años ha sido diagnosticada de legionela en el hospital Virgen de la Montaña de la capital cacereña. La anciana ingresó en el centro hospitalario el pasado viernes aquejada de un problema respiratorio (una neumonía según afirman algunos de sus familiares) y, tras varios días, los médicos le detectaron igualmente la infección mencionada. Fuentes de la consejería de Sanidad y Políticas Sociales de la Junta de Extremadura manifestaron ayer que el martes pasado "se puso en marcha el protocolo de investigación epidemiológica" y también que se inspeccionará "su casa y todos los lugares que frecuenta" con el propósito de encontrar el origen de la bacteria.

La afectada se encuentra aislada en una habitación del Virgen de la Montaña a la que hay que acceder con guantes y mascarillas. Sus familiares, que prefieren mantenerse en el anonimato, explicaron ayer que técnicos y especialistas del SES acudirían hoy por la mañana a su domicilio, un piso en la calle Isabel de Moctezuma, para tomar muestras del aire o del agua, entre otras, y analizarlas posteriormente. "Pero ella no vive aquí. Sólo ha dormido en casa la última quincena. Por las mañanas, a primera hora, la recogen miembros de Cruz Roja y la llevan al Centro de Día de Virgen de la Montaña. Después ya no vuelve hasta por la tarde. Sobre las ocho", avisan, y también explican que la mujer cambia cada quince días de vivienda en función de si duerme en casa de uno de sus hijos o de otro.

"Al principio se encontraba muy mal. Ahora ya parece que está un poco mejor", prosiguen sus familiares, que afirman desconocer cuál puede ser el origen de la infección pero advierten también que "aunque se trate de un caso aislado, se deben investigar todos los lugares donde pasa más tiempo". No en vano, la afectada con legionela ingresó en el hospital el viernes y no fue hasta el domingo cuando se le diagnosticó la infección. La Junta afirma que el diagnóstico definitivo se dio el martes y que fue entonces cuando se activaron los mecanismos anteriormente citados.

CASOS EN JUNIO Lo cierto es que el del Virgen de la Montaña no supone una excepción en la región en los últimos meses. El pasado 23 de junio, se registraron dos casos de legionela en la residencia militar Las Gravelinas, de Badajoz. Entonces, los enfermos acudieron al centro de Salud Clideba de la capital pacense y uno de ellos requirió traslado al hospital Infanta Cristina, donde permaneció en estado grave varios días en la UCI. La residencia fue cerrada y los trabajadores desplazados a Bótoa, aunque desde el SES aseguraron que no existía peligro para los vecinos de la zona ya que el problema se circunscribía "a una parte muy concreta de las instalaciones".

Un día después, el Servicio Extremeño de Salud (SES) desalojó la sexta planta del hospital Materno Infantil, también en Badajoz, porque una inspección rutinaria efectuada ocho días antes arrojó "niveles patológicos de legionela muy cerca de superar los límites que se consideran normales". En aquella ocasión no hubo ningún afectado y desde el SES apuntaron que se había tratado de una actuación ordinaria para garantizar una mayor seguridad de los pacientes, un control rutinario que se activa cuando se ponen en marcha las torres de refrigeración, y que nada tenía que ver con los dos casos detectados en esa misma semana en la residencia militar.

Algunos días después, la Asociación del Defensor del Paciente instó a la Fiscalía a que abriera una investigación de oficio ante la detección de la bacteria en el hospital. Su presidenta, Carmen Aguirre, consideró necesaria una actuación para que "la Administración y el hospital faciliten la documentación de las inspecciones regulares que la ley exige en materia de legionela" para evitar nuevos casos, como ya publicó este periódico. Transcurridas un par de semanas, el consejero de Sanidad, José María Vergeles, informó de la ausencia de más casos de personas contagiadas con la bacteria en la capital pacense y anunció que "sería difícil" que se volviera a repetir algún caso en la ciudad.