Normalizar el diálogo a través de la lengua de signos. Es el objetivo que persigue el proyecto que la Federación Extremeña de Personas Sordas (Fexas) desarrolla desde hace tres años con familias de oyentes en las que hay personas sordas. "La idea partió de la confederación nacional de personas sordas para solventar el problema de comunicación que se generaba en aquellos padres que tenían hijos sordos", explica la asesora del proyecto en Cáceres y profesora de Lengua de Signos, Pilar Ballestero.

Ella conoce perfectamente esta problemática, como persona sorda en un entorno familiar de oyentes --sus padres, su marido y sus hijos lo son--, y como asesora de familias en la misma situación y en la situación inversa, padres sordos con niños oyentes. "Este caso es, si cabe, más problemático, porque el niño oyente debe asumir en algunas ocasiones responsabilidades propias de adultos como actuar de intérprete ante sus padres", afirma; una medida a la que se opone. "No pueden convertirles en puentes de comunicación".

Para ambos tipos de familia, Ballestero aboga "por el bilingüismo": que la persona sorda conozca el lenguaje verbal y que los oyentes conozcan la lengua de signos, para evitar que, sobre todo en edades tempranas, el niño pueda aislarse. "Es evidente que vivimos en una sociedad oyente y que debemos aprender a desenvolvernos en ella, pero el entorno de la persona sorda también debe facilitar la fluidez en la comunicación", explica.

"El éxito del proyecto depende mucho de si los padres aceptan o no que su hijo es sordo", señala la asesora, que trabaja con las familias en sus viviendas para favorecer el aprendizaje de lo cotidiano, desde el signo que representa a cada una de las letras del alfabeto a cómo llamar a una persona sorda --"Tocando el hombro de forma suave", concreta-- o cómo pueden adaptar su vivienda para acomodarla a las necesidades de las personas que no oyen: luces conectadas al teléfono y el timbre, comunicación por correo electrónico o por sms

Cuatro familias de Torrejoncillo, Arroyo de la Luz y Cáceres reciben ahora esta formación.