Otras diez identificaciones acaban de sumarse a las 79 practicadas hace justo una semana en la operación policial contra el consumo de alcohol y drogas en la vía pública que está llevando a cabo el ayuntamiento, con lo que son ya 89 los atestados que por este asunto ha tramitado el cuerpo de la jefatura municipal, según confirmó ayer a este diario el concejal de Seguridad Ciudadana y portavoz municipal Rafael Mateos.

Las últimas inspecciones se llevaron a cabo entre la tarde del sábado y la madrugada del domingo. De los 10 identificados, cinco fueron en el edificio Zigurat y cuatro en la avenida de El Brocense (los nueve por beber en la calle en lugares no autorizados para ello) y el último por consumo de drogas en la avenida de Hernán Cortés, en las escalinatas que conducen a las Casas Baratas.

Además, en la operación se intervino en una multitienda de la avenida del Brocense, que vendía alcohol fuera de horario pero que, además, carecía de permiso para ello. Mateos indicó que los establecimientos que cuentan con licencia para vender alcohol solo pueden hacerlo hasta las diez de la noche, pero que en este caso la sanción es más grave puesto que la tienda carecía del permiso correspondiente.

El parte policial especifica que la multitienda se encontraba vendiendo bebidas alcohólicas a un grupo de personas. La ley es muy clara al respecto y estipula que la venta o dispensación de alcohol solo podrá realizarse en establecimientos autorizados al efecto, no permitiéndose aquellas en el exterior ni su consumo fuera del mismo, salvo en terrazas o veladores; conforme a lo regulado en la ordenanza municipal.

Además, Mateos recordó que los establecimientos comerciales no destinados al consumo inmediato de bebidas alcohólicas requerirán una licencia específica para la venta o dispensación de estas bebidas, que será otorgada por el ayuntamiento.

La tienda denunciada se enfrenta, en este caso, a una infracción grave que está penada con multas que van de los 300 a los 30.000 euros.

El portavoz municipal indicó que el expediente lo instruirá la asesoría jurídica del ayuntamiento, cuyo funcionario instructor iniciará el procedimiento en base al informe de los agentes y a las alegaciones que presente la tienda afectada. Hay hasta un año de plazo para resolverlo.

DESDE EL MARTES / Respecto a las nueve personas sorprendidas consumiendo alcohol en la vía pública, en zonas no habilitadas para ello e incumpliendo así la Ley de Conviencia y Ocio, pueden enfrentarse a penas máximas de 30.000 euros cada uno, según contempla la Junta de Extremadura en la normativa que aplicaron los policías locales. En cuanto al consumo de estupefacientes, el informe de la persona identificada pasará a la Subdelegación del Gobierno, que en base a la Ley de Seguridad Ciudadana será la que realice la instrucción e interponga la sanción.

Mateos recordó que este dispositivo policial comenzó el pasado martes, concretamente la tarde de Halloween, después de que tanto el Cuerpo Nacional de Policía como el Servicio de Información de la Policía Local fueran alertados de la posible celebración de un gran botellón en el Olivar Chico de los Frailes la noche de esa festividad. Además, vecinos de Residencial Gredos en La Mejostilla y de la urbanización Macondo han realizado denuncias al percatarse de la proliferación de jóvenes consumiendo alcohol en las calles de estos barrios, lo que ha hecho movilizarse a los agentes.

En total, tres jornadas intensas de seis horas de duración cada una (desde la tarde hasta bien entrada la madrugada) las que ha afrontado el cuerpo especial de Seguridad de la policía local formado por siete agentes liderados por la subinspectora Isabel Mendoza. Comenzaron el martes pasado, siguieron el viernes y culminaron el sábado, aunque la noche del viernes no se produjeron ni incidentes ni sanciones ante la escasez de gente en la calle a consecuencia de la lluvia. El pasado martes fueron indentificadas 79 personas, de ellas 58 por consumir alcohol en la vía pública: 14 fueron identificadas en la plaza de Andalucía, 11 en el edificio Zigurat, nueve en las proximidades de la discoteca Versus, otras tantas en la calle Conde de Canilleros, y el resto en la avenida Rodríguez de Ledesma, el parque del Príncipe y el del Padre Pacífico.

Mateos reiteró lo ya anunciado por este periódico el pasado domingo, que los controles continuarán en el tiempo y que se mantendrán. De hecho, la policía local lleva desde el pasado mes de enero intensificando la vigilancia para frenar los botellones en lugares públicos. Esta práctica se ha incrementado en los últimos meses, lo que ha provocado quejas de los vecinos por la suciedad y los ruidos que generan los jóvenes todos los fines de semana.

Se concentran principalmente en las zonas cercanas a las discotecas. Precisamente este diario recogía hace unos meses cómo uno de los lugares más afectados por esta práctica era el edificio Europa, al que se accede por la calle Argentina, Virgen de Guadalupe y Gil Cordero. En este caso los vecinos expusieron que los jóvenes se colaban en los patios interiores para celebrar botellones.