El edificio que alberga el hospital provincial pertenece a la diputación, que lo cedió a la administración autonómica para uso sanitario. Una vez que sus servicios se trasladen al nuevo complejo hospitalario del Cuartillo y se cierre, pasará de nuevo a pertenecer a la institución, que no descarta darle otra utilidad de la que actualmente tiene. Se barajan todas las opciones, aunque por el momento no se ha tomado ninguna decisión al respecto. Desde la diputación aseguran que se está estudiando a qué puede destinarse este edificio en un futuro. Para darle una nueva utilidad sería necesario llevar a cabo una reforma integral del inmueble, que tiene más de 120 años. Las infraestructuras están muy deterioradas; de hecho en el último año se han derrumbado parte de los falsos techos de las áreas de Oftalmología y Rayos X. Sin embargo, por el momento, la Diputación Provincial no ha valorado a cuánto ascendería esta reforma. Por otro lado hace un año el médico de familia cacereño Antonio Floriano lanzó una petición a través de la plataforma on line Change.org para solicitar que el hospital provincial se transformara tras su cierre en una residencia geriátrica de titularidad pública. La petición tiene cerca de un millar de adhesiones pero nadie se ha pronunciado sobre esta solicitud.